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—¡Hyung! —Jimin llama a su hermano por segunda vez en aquellos últimos dos minutos y espera por su respuesta.

—¿Qué? —escucha, desde la sala.

—¿Podrías venir un segundo? —el menor escucha como los pasos de su hermano se escuchan apresurados por las escaleras y él sólo continúa mirándose al espejo, un poco sorprendido, quizás, de que el virus esté avanzando tan rápido.

—¿Pasó algo? —preguntó Jin, preocupado. Jimin suspira y se da la vuelta, mirando a su hermano a los ojos mientras se señala la cara con su mano.

—Soy un papel —Jin ríe ante el comentario y le mira con ternura. Su pequeño hermanito aún no pierde su sentido del humor—. Y tengo un ojo azul. Ya parezco ese feo gato que ambos adoptamos hace años, ¿lo recuerdas?

Y Jin vuelve a reír, recordando dicho suceso. Cuando Jimin tenía alrededor de ocho años, ambos habían encontrado un felino blanco bastante feo y lleno de tierra. El gato tenía heterocromía, un ojo era café y el otro era súper azul. Su nariz era pequeña y parecía estar fuera de lugar. Tenía una cicatriz en la frente que cruzaba hasta una de sus orejas y sus ojos no estaban alineados en lo más mínimo.

Ambos habían decidido llevarlo a casa y cuidarlo, hasta que murió seis años después, cuando Jimin recién había cumplido sus catorce años.

—Te vez igual de feo, no exageres —Jin le revuelve el cabello y Jimin le mira con fastidio—. Ven, bajemos y veámonos una película.

nekroneuralis ─ jikook/kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora