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Jimin no se encuentra en un estado catatónico, pero siente que fácilmente podría estar en uno.

Sus convulsiones le habían hecho perder toda la fuerza que tenía y aún podía sentir, levemente, como sus músculos se contraían de manera casi imperceptible. De hecho, se sorprende bastante al saber que puede sentir no sólo la contracción minúscula de sus músculos, sino que también puede oír como su sangre fluye por sus venas y se esparce por todo su cuerpo.

Su respiración aún es errática y, lo único que lo está haciendo sentir calmado, es la suave caricia de JungKook sobre su cabello, ahora rosado. Éste le sonríe hermosamente y le hace devolverle la sonrisa.

Con suavidad, siente como uno de los dedos de su novio se pasea alrededor de los puntos de sutura que el médico le había hecho gracias al golpe de aquel rifle que ese soldado le había proporcionado en la frente. Jimin cierra los ojos ante el cálido contacto y vuelve a sonreír.

—¿Aún te duele? —pregunta en un murmullo. Jimin abre sus ojos y, aun estando acostado, puede verse reflejado en los hermosos ojos cafés de su novio.

—No, ya no —Jimin escucha como su corazón se acelera de repente y, resignado, sabe que las convulsiones volverán.

Intenta controlarse, intenta apartar aquellos impulsos eléctricos descontrolados que lo harán agotarse más de lo que en ese momento se siente; sin embargo, ya era muy tarde.

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Sí, así es¿? Ya Jimin llegó a la sexta étapa;; pronto las cosas sólo empeorarán para él;;

nekroneuralis ─ jikook/kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora