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—Quizás me queden dos semanas... —susurró Jimin, lo suficientemente fuerte como para que los demás le escucharan, quiénes no dijeron absolutamente nada.

NamJoon suspira, intentando que los demás —incluido él—, dejaran de pensar en el horrible destino del peli rosa.

—Bueno, ¿qué tal si hacemos una maratón de películas de Tim Burton? —todos le miran con un amague de sonrisa que intentaba no mostrarse nostálgica y deciden preparar todo.

Jimin sólo los observa. Sigue los movimientos de todos cuando éstos comienzan a preparar las cosas para la maratón y a pesar de que todos aparentaban entusiasmo, el peli rosa podía notar que los ojos de ellos estaban conteniendo lágrimas que quizás no lograrían aguantar mucho.

Y Jimin se siente una mierda.

Porque cuando escapó de casa, hacía unos meses, lo hacía por dos razones: una, porque quería huir de una vez por todas de sus padres, aquellos que siempre le recordaban el estorbo que él era; y dos, porque quería hacer lo que todos le habían dicho quizás dos días antes de que se marchara.

Que él sólo traía problemas y que lo mejor sería que nunca lo hubiesen conocido.

Quería desaparecer de sus vidas y así hacerles un favor.

Sin embargo, Jimin debió contar con que no lo lograría.

Después de todo, siempre que él quería arreglar las cosas, terminaba empeorándolas.

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Contando este capítulo, sólo faltan diez caps para que el fic termine. No saben lo agradecida que estoy por el hecho de que le hayan dado una oportunidad a esta cosa que desde el primer día que lo planeé me enamoró.

nekroneuralis ─ jikook/kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora