34. Reencuentro

198 28 0
                                    

34. Reencuentro

Lily estaba enfocada en Moah, en su rostro, cómo se volvía pálido y cómo finalmente su leve sonrisa que le había dedicado desaparecía.

Observó cómo Moloch sacó la espada del pecho, un ruido viscoso se escuchó del movimiento. La sangre seguía brotando. Finalmente, el demonio dejó caer el cuerpo del Seguidor a su lado, sin emoción alguna, como si no fuera nada.

Lily sintió tristeza. Y por primera vez en mucho tiempo, se dio cuenta de lo que sentía. Su primer sentimiento luego de recuperar su alma. Cuando Moah le devolvió aquél pedazo... No había tenido un gran lapso para procesar aquello. El Seguidor le transportó directamente a aquél campo.

No significaba que esa había sido su primera emoción después de conseguir su alma. Si se ponía a pensarlo mejor, sintió confusión ante su repetino cambio de escenario y una terrible angustia al ver a Castiel ahí en el suelo, lastimado por la lucha contra Moloch.

Pero aquello fue más inconsciente. No se había dado cuenta de lo que hacía ni de lo que sentía. Castiel provocaba eso en ella. No pensaba en cómo actuar ahora que tenía su alma, simplemente lo hacía. Y el ver al ángel herido, sacó algo de sí. Corrió a él sin dudarlo y confesó que aquello que su alma le permitía sentir. Era lo mínimo que podía hacer después de todo lo que le hizo al de gabardina.

En ese exacto momento, con el cuerpo de Moah tirado en el suelo, sin vida. Ella reaccionó cómo se sentía ante tal imagen. El Seguidor había hecho resurgir muchas emociones en la joven desde que le vio en su fiesta de egresados. El principio de toda la travesía.

Le hizo sentir miedo al principio, ver cómo mataba a sus compañeros sin compasión. También culpa, porque no se olvidaba de recordarle que todo eso lo hacía porque le quería a ella. Más adelante, en la otra realidad, sintió rabia cuando se enteró de que había diezmado a su dimensión. En un momento también sintió pena, al escuchar la versión sobre cómo su alma estaba destinada a él y que por un error, el plan se reescribió. Aquella vez que hablaron de aquello, Lily vio vulnerabilidad en el ángel caído. Soledad y sin motivación.

Y cuando perdió su alma, su antigua persona no sentía nada en particular por él. Esas misiones que compartieron, ella le trataba de provocar. Podía hasta decirse que se trataba de una rara amistad. Pero claro, eso fue porque Lily no recordaba todo lo que Moah le había hecho. Y aunque lo recordara en su momento, la rubia no podía saber cómo reaccionaría, ya que el factor de su alma desaparecida era algo impredecible.

Moah era alguien complicado, adjudicó. Eso ya lo sabía desde hace tiempo. Mucho antes de perder su alma, y lo confirmó al recuperar sus memorias. Cosa que también hizo el Seguidor. Lily ya no sabía bien qué pensar de Moah. Tenía en claro todo lo que sufrió a causa de su plan, con aquél veneno que le daba terribles migrañas y le inundaba la cabeza de pensamientos sádicos y depresivos, con la pelea donde su mejor amiga Amy perdió la vida y donde finalmente ella perdió la cordura. Moah no era un santo, estaba muy lejos de serlo.

Pero la joven podía ver el cambio del Seguidor desde ese entonces a quien era en aquellos tiempos. No sabía por qué, cuál era la razón, pero Moah había cambiado. Él le devolvió los recuerdos (aunque eso había sido por rabia) y su alma (eso sí fue voluntad propia). Moah había intentado remediar algo de todo el mal que causó. Eso significaba algo para Lily. Su desalmada versión diría que Moah simplemente fue un idiota cegado. Pero su verdadera yo, con alma, entendía el sacrificio y hasta lo respetaba. Sintiendo algo de agradecimiento.

Por eso, con toda esa combinación de sensaciones dentro de su cuerpo, se dio cuenta de que ante la muerte del Seguidor, Lily había sentido algo. Fue agradecimiento, pero a la vez tristeza. Un aliado, alguien que le ayudó, estaba muerto.

Darkened Soul [Supernatural]Where stories live. Discover now