45. Hay luz en ti

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45. Hay luz en ti

El demonio estaba en una de las colinas que rodeaba el vasto claro de la estructura del búnker. Desde ahí, se apreciaba toda la escena del campo de batalla. La explosión y el cráter que éste había formado al ser destruido. El fuego arder y los cuerpos de ambos bandos luchando. Había un borde similar a un acantilado, y del otro lado el bosque comenzaba. No se podía ver demasiado de ese lado, los troncos enormes y oscuros impedían el paso de la luz encima de ellos.

Aparecieron de espaldas a Moloch. Lily reconoció que la piel del recipiente del demonio seguía con ampollas a causa del hechizo de los Seguidores. En su cabeza, no había signo de cabellos. Aunque sí tenía ropa nueva y que no estaba para nada quemada.

Lily se preparó con su daga, la tomó con fuerza. Estaba dispuesta a clavársela por la espalda, sin importarle lo poco honorable que era aquello, para así terminar con la masacre de ahí abajo. Se adelantó con cuidado, no queriendo alertar al demonio. Y finalmente, tiró el brazo para clavarle el puñal.

Moloch reaccionó con reflejos de gato, tomó su brazo y le tiró al suelo. La joven chocó contra la tierra y las rocas emancipadas del inicio del acantilado. Giró su brazo de forma que la joven se vio obligada a soltar la daga. Esta cayó por el acantilado, soltando pequeños ruidos metálicos contra las rocas con las cuales chocaba.

—¿Por la espalda, Lily? —preguntó la bruja con una sonrisa maliciosa—. Esperaba una verdadera pelea.

—Pues aquí la tienes. —espetó uno de sus hermanos por detrás.

Dean se quizo abalanzar contra el Maestro de los Seguidores, con la espada angelical en su mano, pero con la mano libre de Moloch, tanto Dean como Sam volaron impulsados hacia atrás. Sus espaldas chocaron con dureza contra los grandes troncos del bosque. Lily gritó al sentir el impacto e intentó moverse para salir de su postura indefensa.

Logró mover su cuerpo con tal el demonio no le hiciera una palanca. Pateó una de las piernas de Moloch y tironeó de su brazo para así liberarse. El demonio le dejó ir, soltó el agarre. La rubia se levantó del suelo, importándole poco y nada su atuendo lleno de tierra, y los raspones que había conseguido tras haber sido tirada contra la dura piedra.

—Me ganan en números. —admitió Moloch—. Pero no en poder.

Alzó las manos hacia el cielo, de forma tal que parecía sostener invisible algo en ellas. Sus ojos se tornaron completamente blancos, las orbes de la bruja desapareciendo en los cuencos oculares. La tierra tembló. Algunas ramas de los árboles se sacudían de tal forma que caían con estrépito al suelo.

Moloch sonreía. Su mirada volvió a la normalidad, mientras la tierra seguía temblando. Los dos Winchester se levantaron del suelo y trataron de mantener su equilibrio. De repente, la tierra se resquebrajó, formando una brecha. Ninguno sabía qué había en el oscuro de la brecha, pero considerando el poder que manejaba Moloch, tranquilamente podía ser una entrada al Infierno.

La tierra dejó de temblar. Sam y Dean habían quedado juntos en una parcela de tierra, mientras que Lily y Castiel estaban en otras completamente alejadas. El ángel sin problema alguno se transportó al lado de su alma gemela. Moloch le miró con desprecio.

—¿Eso es todo lo que tienes? —preguntó el mayor de los Winchester, tentando al demonio lo suficiente para que sus hermanos y mejor amigo consiguiera un plan, puesto que la daga había caído por el acantilado—. ¿Mover un poco de tierra?

Darkened Soul [Supernatural]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora