Fate & Dragons

Primeros besos y hacer amigos

Sea lo que sea que causó que Mérida odiara a los vikingos, Hiccup estaba decidido a saber por qué. Sin embargo, en ese momento decidió que no presionaría en ese momento, pero lo que sea que fuera tenía que ser horrible para que la princesa comenzara a llorar. Mérida se secó rápidamente las lágrimas de las mangas y trató de recuperarse de su colapso. No queriendo ser vista como débil, trató de pasar al dragón que bloqueaba la entrada de la cueva para salir. Pero antes de que pudiera, un brazo le rodeó la cintura y le dio la espalda a Hiccup, que la atrajo hacia él y la sostuvo allí. Al principio trató de retorcerse para no querer ser retenida por el vikingo que la secuestró. Sin darse cuenta de lo fría que había estado, Mérida pronto se encontró relajándose un poco en el cálido abrazo. Le tomó un momento darse cuenta de que Hiccup se estaba disculpando por lo que su clan y otros clanes le hicieron a su gente.

Hiccup estaba a punto de pedirle que la dejara llevarla de vuelta al pueblo, cuando el trueno lo hizo gemir. Un momento después, el aguacero de la fuerte lluvia, —Parece que dormimos en la cueva esta noche—

Al principio, la princesa se trasladó al rincón más alejado para irse a dormir, y Hiccup no trató de discutir con ella sobre la elección. Recordó que no había empujado a Chimuelo cuando se conocieron, por lo que no podía empujar a la princesa. Mientras seguía lloviendo y se hacía más frío a medida que avanzaba la noche, Mérida se despertó temblando de frío. En los débiles carbones del fuego, vio a Hiccup frente a ella dormida bajo el ala protectora de Chimuelo. Sentada, Mérida intentó calentar sus frías manos sobre los restos del fuego. Luego escuchó a Hiccup suspirar. —Princesa, sería más cálido bajo el ala de Chimuelo—

Hiccup tuvo que pedirle a Mérida que se acostara junto a Chimuelo y él bajo el ala de Chimuelo, e incluso Mérida estaba nerviosa. Chimuelo y Hiccup pronto se durmió nuevamente, pero la princesa permaneció despierta mientras observaba al vikingo. Tenía que admitir que era guapo y, aunque no era tan grande como otros niños vikingos, ya no era un "palillo de dientes". También se preocupaba a pesar de que la había secuestrado, si no fuera un vikingo. En un mundo ideal, ella lo habría elegido, pero los vikingos eran bárbaros malvados y elegirlo no era una opción. Finalmente se quedó dormida bajo el ala de Chimuelo.

X

Cuando llegó la mañana, Chimuelo naturalmente se despertaría primero, pero como su jinete estaba debajo de su ala, permaneció quieto. Especialmente con la chica de cabello en llamas durmiendo contra Hiccup, en cambio, el dragón cerró los ojos y se relajó mientras esperaba que los dos humanos se despertaran solos. Hiccup no tardó mucho en despertarse después, se activó un despertador mental sabiendo que Chimuelo querría ir a volar. Sin embargo, alguien estaba en sus brazos y sus ojos se abrieron cuando la miró dormida. Su rostro estaba a escasos centímetros del de él y su aliento avivó su rostro cuando su corazón dio un vuelco. Por un momento se quedó allí temeroso de moverla o despertarla mientras estudiaba su rostro. Una vez más, se movió sin pensarlo completamente mientras le quitaba suavemente el pelo rojo salvaje de la cara, las yemas de los dedos le rozaban la mejilla y le bajaban la mandíbula hasta la barbilla. Curioso, pasó el pulgar sobre sus labios para descubrir que eran suaves, ahora tenía mucha curiosidad. Claro que lo habían besado antes, pero Astrid lo besó. Se estaba convirtiendo en algo común. Se detuvo justo antes de que sus labios se tocaran mientras dudaba y luego presionó suavemente sus labios sobre los de ella.

Mejor que la caída libre con Chimuelo, Hiccup nunca había besado a una chica así y fue increíble. Él la besó un poco más y su boca se separó cuando un suave gemido escapó de sus labios. Sin embargo, pronto sus ojos se abrieron y despertó cuando la besaron. Para Mérida, ella nunca había besado a nadie ni la habían besado, y lo que era peor, ¡era Hiccup besándola! La sensación justo antes de que abriera los ojos fue increíble, pero luego una sensación de pánico se apoderó de ella, ¡especialmente porque era un vikingo besándola! Con un gran empujón, Hiccup fue empujado y ella rápidamente se puso de pie cuando Chimuelo levantó su ala. Al instante, el aire frío de la mañana la rodeó y la despertó por completo.