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Querida Mimi:

Dejando de lado el olor y la contaminación, estoy muy a gusto. Me siento en un mundo nuevo, inexplorado, me siento más libre que en Liverpool y es que estar aquí es diferente. Acá puedo ser John sin ningún tapujo, pues todos están en su propio mundo, no tienen tiempo de juzgar al otro y eso me encanta.

Sin embargo, y aunque usted no lo crea, la extraño, me ha hecho mucha falta ¡No tenía ni idea que el microondas debía limpiarse por dentro, ni que la ropa blanca debía lavarse por separado! Fue una sorpresa ver a mi compañero de piso hacer esas cosas, me dio hasta vergüenza, pues ahora que lo pienso es obvio. Me queda mucho que aprender para ser una buena ama de casa ¿no cree?

Poco después de terminar la carta anterior conocí a mi compañero. Se llama Richard Starkey, aunque ha insistido en que le diga Ringo. Es sin duda un jovencito encantador, básicamente como una tía Mimi 2.0, aunque menos gruñona y con un amor gigante por la comida... en serio, se la pasa comiendo. Por momentos me preocupo, pero, al final, eso significa una despensa llena y de eso no me puedo quejar.

En cuanto a la universidad, me fue muy bien. Es extraño pasar de ser de los más grandes del colegio a ser de los más chicos de la universidad. Estos días todas las clases han sido introductorias, pues vamos recién comenzando, pero supongo que luego se pondrá duro. Estoy feliz, con miedo, pero feliz, ya que por fin mi vida podrá girar en torno a la música.

La quiero mucho. Mándeme tips sobre cosas del hogar, por favor, me serían de gran ayuda.

Con cariño, John.

Querida Mimi... -mclennon-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora