XI

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Querida Mimi:

La visita de la señora Starkey fue un caos.

Es una señora muy simpática. Luego de acomodarse bien nos nos cocinó galletitas de canela a los cuatro para que, en sus palabras, comamos algo casero de una vez por todas. A lo mejor no le gustó nuestra fina selección de fideos maruchan y pizzas congeladas que teníamos guardada por ahí.

Aparte de su excelente mano para la cocina y tremendo amor por su hijo, no pude conocer más de ella, pues casi no estaba en la casa, ya que quería conocer la ciudad en donde vivía su pequeño Ringuito.

Por otro lado, George ya viene con más frecuencia al apartamento. Parece una persona distinta, el amor definitivamente lo ha cambiado, ya que pasó de verse como un vagabundo a... un vagabundo más arreglado.

¡Casi se me olvidaba! Le ofrecí a Paul ir a París. Me costó hacer que me creyera, pues por un buen rato pensó que mi invitación era una especie de broma o algo por el estilo. Mimi, tuviste que haber visto su cara cuando le mostré los boletos. Me pidió que no me gastara el dinero en él, pero me negué, le expliqué que yo también tenía muchas ganas de ir y que pensé que sería divertido invitarlo.

¡Me voy de viaje, tía Mimi! Muchas gracias por su regalo, de verdad.

Con cariño, John

Querida Mimi... -mclennon-Where stories live. Discover now