30 días de OTP (Mextina)

2- Beso

La lluvia. Ambos países caminaban bajo la fría lluvia, cada uno con su paraguas, solos en la oscura noche.

Mientras caminaban, con la cabeza mirando al húmedo suelo, sin querer chocan el uno con el otro, vaya coincidencia. Se miran fijamente, antes de siquiera decirse hola, Argentina se sonroja tanto con solo ver a México frente suyo, no sabía como reaccionar.

Argentina: Hola... México

México: Eeehh... Hola

Silencio. No sabían que decir. Aquel silencio incómodo abundaba en el ambiente en el cual se hallaban. Ambos simplemente esperaban a que uno diga una palabra para romper el silencio, pero nada pasaba.

Argentina: O...oye

México: ¿Qué sucede, wey?

Argentina: Hay... algo que quiero decirte

Resulta que Argentina siempre ha amado a México en secreto, pero nunca ha tenido el valor de decírselo a la cara ¿Será esa la oportunidad en que se lo diga? 

Se ponía nervioso, jugaba con sus dedos para intentar calmar un poco sus nervios, dirigió su mirada hacia México y trató de hablar.

Argentina: Yo... he anhelado decirte esto desde hace mucho

México: Pues dime

Argentina: *suspira* Es que... yo... estoy...

No podía hablar con tranquilidad. El aire frío de la noche hacía que su respiración se viera como parte de una intensa neblina. Los nervios se apoderaban de su cuerpo y de su voz, sus palabras se atoraban en su boca y no fluían, no podía decir nada sin ponerse nervioso.

Argentina: Estoy...

México: Estás que, cabrón

Argentina: Estoy... enamorado de ti

México lo miró algo confundido, trató de comprobar si lo que decía el argentino era verdad. Resultó que sí. Sonríe mientras lo mira con cierto brillo en sus ojos. 

Lo toma de los brazos, con la otra mano toma su cara, acerca su rostro lentamente al suyo, ambos cierran los ojos despacio, poco a poco se acercan hasta al fin sumirse en un apasionado beso en los labios. No abrieron los ojos, se dejaron llevar por el momento, se abrazaban mientras se iban sonrojando más y más.

Cuando se separan se miran y se sonríen.

México: Yo también te amo

Se toman de las manos para que sigan caminando bajo aquella lluvia que parecía no dejar de caer, aquella lluvia que parecía no tener fin. Caminando en la fría y oscura noche.