30 días de OTP (Mextina)

9- El misionero

Una tarde de fin de semana, México y Argentina estaban reunidos. Poco a poco fue oscureciendo, se estaba haciendo de noche... pero en uno de esos instantes la luz empieza a debilitarse, hasta que se termina cortando así como de la nada.

México: ¡Por favor, wey! ¡No me jodas!

Argentina: Ya cálmate, boludo 

México: *suspira* Muy bien... hay que tratar de hacer algo antes de que me termine cargando la chingada

Fueron a la cocina a buscar algo que les ayudara a alumbrar un poco el lugar, encontraron una linterna. Con eso se dirigieron al sótano, Argentina estaba tan asustado que se agarró del brazo de México. Se empezaron a escuchar ruidos aterradores, pero tenían que seguir bajando para ver si sucedía algo con los fusibles.

Cuando al fin llegaron abajo México ayuda a bajar a Argentina, pero cuando este intenta bajar se cae encima del argentino, quedando uno encima del otro. Estaban totalmente sonrojados, ambos nerviosos y avergonzados.

México: Ay, lo siento...

Argentina: Je je je... No... importa...

Se miraron por unos segundos, en ese oscuro silencio, hasta que México decidió hacer algo para romper aquel silencio que abrumaba el ambiente.

*Unos cuantos segundos después...*

Argentina: México... por favor... despacio...

México: No prometo nada~

Tenía las piernas de Argentina en sus hombros, listo para entrar en él. Fue metiendo su miembro en la entrada del argentino despacio, haciendo que este soltara un gemido de placer. 

Argentina: Aaahh~ 

México: ¡Ay, cabrón! Estás bien estrecho~ 

Siguió con aquella acción, lo hacía despacio para que Argentina se fuera acostumbrando a eso. Después de un rato logró llegar al punto dulce del pasivo, lo que hizo que gritara del placer, pidiendo más.

Argentina: Nya~... ¡Que rico! Más~... sigue... más rápido

México: Pinche caliente

Hizo caso a lo que dijo. Empezó a moverse más rápido y fuerte dentro de él, ambos llenos de placer y exitación. Las respiraciones de ambos se entrelasaban a medida que iban acercando sus rostros.

México: Me... vengo... ¡Aaagh~!

Argentina: ¡Aaahh~! ¡Dios mío!

Sacaba la lengua con una cara que indicaba que seguía con ese sentimiento de placer con el que habían empezado aquel acto.

México: Te... quiero~...

Argentina: Yo más~

Se dan un apasionado beso que luego va subiendo de intensidad hasta convertirse en un beso de lengua totalmente apasionado, se separaron con un hilo de saliva que los unía.

Cuando se vistieron la luz volvió. México ayuda a Argentina a levantarse, lo carga estilo princesa, pues al pobre le dolían las piernas y la cadera.

Argentina: Creo que te pasaste

México: A mí no me culpes, tú fuiste el que pidió más

Argentina: Y tú como pelotudo me haces caso

México le da un beso en la mejilla y le sonríe, en gesto de ternura, a lo cual Argentina corresponde con dulzura: Con una tierna sonrisa.