| 𝕳𝖊𝖞! ; 𝖙𝖎𝖈𝖈𝖎𝖒𝖆𝖘𝖐 | cancelada

[Once]

Conforme fueron pasando los días, Toby estaba más seguro de quien quería que fuera su alfa, aunque estos últimos días el mayor había estado algo ocupado por la fiesta de su hermana, pero nunca faltaban esos bonitos mensajes de buenos días, buenas noches, preguntando si ya había comido, etcétera. Todo iba de maravilla para Toby, ¡Incluso respecto a su padre! Que por el momento no había ido a la casa a arruinar su existencia.

Él estaba bien, su lobo estaba enamorado, y bueno... Su estómago estaba hambriento.

Así que con cierto sigilo de no ser descubierto, puesto que se había despertado a la cinco de la madrugada un domingo, bajó las escaleras y fue directo a la cocina a hacer lo que mejor se le daba desde que era un cachorro: Robar comida.

¡Claro! Había olvidado mencionar que otra de las razones por las que estaba emocionado era por el hecho de que ya casi era navidad, y él sabía que los dos hermanos Sutton solían pasar las navidades solos, así que su plan era invitarlos a cenar en noche buena.

Tomó la botella de leche y aquel frasco con galletas que su mamá tenía y en puntillas caminó otra vez hasta su cuarto, él comería hasta que su cuerpo rogara que parara, y eso iba a tardar.

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Finalmente el día de la fiesta de su pelirroja amiga llegó, él estaba emocionado, pues se sentía como madre orgullosa de ver a su hija crecer (o bueno, de edad por lo menos por que esta niña había dejado de crecer hace tres años). Llegó a la mansión de la omega, habían omegas, betas y alfas de quince a dieciocho años, pues la menor solía ser alguien muy social ciertamente.

— ¡Hey! — Un rubio volador salió derepente tomándolo de sorpresa. — Tenía rato sin verte, Sky me platicó que Timothy ya se agarró las bolas y te pidió permiso para cortejarte debidamente.

Toby rió algo nervioso por las palabras de su rubio amigo, que una vez se bajó de él lo miró con picardía.

— Bueno... Sí, es verdad. ¿Dónde está Sky? — Preguntó con la intención de cambiar de tema, el rubio le señaló donde estaba su amiga y después se fue corriendo al baño (puesto que se le había olvidado que iba hacia allá al ver a Toby y saludarlo). Una vez llegó con su amiga la pudo contemplar mejor.

Vestida con una falda negra suelta y una simple blusa blanca y con su largo y rojo pelo atado en una coleta alta.

— ¡Toby! — Exclamó la mejor abrazando al castaño, el cual le devolvió el abrazo gustoso, felicitándola y deseándole lo mejor.

Por otro lado el alfa solo veía como su omega y su hermana se abrazaban y hablaban entre sí, haciéndolo sonreir de lado, feliz de la escena que sus ojos estaban presenciando. Pues esos dos aparte de su mejor amigo lo eran todo para él. Ciertamente él seguía algo estresado por las cuentas que había tenido que pagar, pero no se arrepentía después de todo ese era su regalo para su hermana y aunque la menor insistió en que no hiciera nada, él se negó.

— ¡Tim, ven! — Su hermana lo llamó sacándolo de sus pensamientos, así que después de un leve suspiro se acercó a su futuro omega y a su hermana.

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Finalmente la noche cayó, le dolía admitirlo pero en la fiesta ya había adolescentes ebrios pero ¿él que podía hacer? Exacto ¡Nada! Pues él ya no era responsable de aquellos mocosos. Él estaba tranquilo en el patio de su casa, fumando un simple cigarro, ya estaba trabajando contra ese mal hábito pero tampoco era fácil así que para calmar su ansiedad solo fumaba uno cada dos semanas.

— ¿Sabías que fumar te pudre por dentro? — Una suave voz llegó a sus oídos, haciéndolo sonreir inconscientemente, pues sí, finalmente Toby había llegado.

— Bueno, tampoco es como si fuera tan import-

— Nisiquiera lo digas Tim. — Finalmente Toby se hizo ver, colocándose enfrente de él, quitándole el cigarrillo de sus labios y tirándolo al suelo para después apagarlo con la suela de su zapato, con un rostro un poco más serio, tal vez por lo que tenía planeado decir.

— Ya pues, perdón. — Habló el mayor. — Creí que estarías con tus amigos, Liu también ya llegó.

— Es que Skyler está haciendo una carrera de lagartijas en la sala y los otros dos se fueron con sus parejas a hacer algo en lo que no quiero pensar. — Tobías rio levemente ante su respuesta, pues aunque fuera la verdad le daba risa recordad a Skyles apostando con los demás por las lagartijas.

— Agh, que asco, Brian y Jack lavarán las putas sábanas. — Habló el alfa, no es como si no hubiera pasado antes, pero sabía que los cerdos de sus amigos no limpiarían nada.

No sabían en que momento fue cuando las palabras terminaron, y fueron rodeados por un cómodo silencio, donde solo ellos dos existían, y donde terminaron perdidos en su propio mundo.

Sentían la conexión que había entre ellos, entre sus lobos, los cuales estaban aullando de la emoción y pedían a gritos salir, pero su parte humana ganaba, quedando ambos a centímetros, donde inconscientemente las manos de Tobías fueron acabar en los hombros de Timothy y las manos del alfa en la cintura del contrario, y finalmente sin pensarlo mucho, fue Tobías quien terminó con aquellos centímetros y ambos terminaron uniendo sus labios en un beso, que sabían cuando ansiaban.

Perdón por tardar más de lo que debía, pero las cosas empeoraron mucho para mí, pero pronto retomaré mis terapias y seré medicada ¡así que espero poder darles el contenido que merecen! Y espero poder actualizar debidamente.