20.Reencuentros

459K 32.2K 11.5K
                                    

                          Grace:

Ver a una de tus mejores amigas pasar por lo que pasaste tú es algo muy duro, comprendes su dolor y lo peor es que no sabes cómo decirle que por mucho que intente es muy probable que no le olvide y él se convierta en parte de ella,de su conciencia, de su corazón. Cómo me hizo Aiden. Aiden, su nombre retumba en mi interior cada vez que lo miento.

Cuando tenía tres años, conocí a Liv en el parbulario, ese mismo día le eché la bronca a su hermano, ese niño de pelo castaño claro y traviesos ojos color miel iguales a los de su hermana que la había pegado un moco en el pelo.

En ese momento Paul se lo estaba quitando ante la boba mirada de Liv que lo observaba cómo un ángel caído del cielo.

Y ese niño juguetón y revoltoso no se acobardó ante mi discurso cómo los demás niños, sino que me sacó la lengua y salió corriendo.

Desde ese momento me enamoré de él,siempre nos habíamos llevado muy bien, se puede decir que llegamos a ser amigos. Entonces llegó ese momento: La adolescencia. Aiden se desarrolló y pasó de ser el niño pequeño que le pegaba mocos a Liv en el pelo a convertirse en un chico tremendamente atractivo que si se le suma su actitud desenfadada y pícara tendrás una maquina de seducción humana.

No solo yo noté ese cambio, sino todas las chicas del colegio, que dejaron de saltar a la comba , para saltar de cama en cama entre Adam, Gavin, Paul y Aiden.

La etapa de los quince fue dura Liv   pasaba horas llorando por que Paul tenía una novia nueva cada dos días.

Mientras yo sentía el mismo disgusto por Aiden decidí callarme mis sentimientos aunque todas mis amigas lo supieran apesar de no haberlo confesado.

Llegó un día en el que los chicos se dieron cuenta de que quedaban pocas chicas vírgenes y allí empezó la competición.

El día en el que Aiden se acercó a mí y comenzó a coquetear debí sospechar algo, pero supongo que el amor nos vuelve idiotas.

Y yo estaba encantada con recibir las atenciones del que había sido mi amor platónico desde mi infancia.

Y un día pasó, Liv nos invitó a las chicas a una fiesta de pijamas y por la noche en un impulso me escabullí para intentar entrar en la habitación de Aiden y verle dormir. Pero resultó que estaba despierto y un par de besos fueron suficientes para que me dejara llevar.

A la mañana siguiente yo me sentía la chica más feliz del mundo, había tenido mi historia con final feliz junto a mi amor de la infancia ¿que podía salir mal?

Cuando me desperté, tapada por las suaves sábanas con dibujos de superman y con su colonia envolviendo todo, estaba en un estado de plenitud infinita,hasta que me di cuenta de que Aiden no estaba a mi lado diciéndome cosas bonitas o acariciandome, tampoco le encontré en el baño,sino en la cocina desayunando con Liv.

Me acuerdo que decidí no darle importancia

Buenos días- dije mirando a Aiden esperando una mirada cómplice o algún gesto romántico.

-Buenos días- dijo indiferente

-¿Desde cuándo eres tan borde?- le preguntó Liv robandole un poco de huevos revueltos- Buenos días Grace, las demás siguen durmiendo pero yo me moría de hambre. ¿Dónde estuvistes anoche? Me desperté y no estabas.

-Emm....- eché un vistazo fugaz a Aiden sin saber que decir.

Liv lo captó y abrió tanto la boca que parecía que llegaría hasta el suelo.

-Bueno pues os felicito pareja me alegro por voso......

-¡Grace y yo no tenemos nada!¡Tuvimos sexo eso es todo! Y ahora ni se os ocurra molestarme- y dejándo de mala gana los cubiertos se fue mientras yo empezaba a llorar y Liv me abrazaba

Desde entonces la relación ha sido de todo menos cómoda y aunque me cueste admitirlo y me duela horrores cada vez que le miro me sigue gustando.

No podía conciliar el sueño y tras ver que Liv estaba profundamente dormida mientras murmuraba el nombre de Marco en sueños, decidí bajar a beber agua.

Bajé a la cocina, bebí un poco de agua y me refresqué el cuello.

-Hola- no, no quería hablar con él y desde luego que no quería notarlo cerca de mí. -Necesito hablar

-Pues llama a cualquiera de tus amigos o búscate un psicólogo.

Entre la penumbra pude ver sus ojos- necesito hablar de nosotros

-No hay nosotros, Aiden.

-Se que fui un capullo integral y lo siento mucho, se qué te hice daño y...

-¡Me utilizaste para desahogarte esa noche y me echaste a un lado cómo si fuera un trozo de mierda! ¡Sabías lo que sentía por ti y no te importó!

Se acercó más a mí y cogió mi mano

-¿Crees que no me siento culpable por ello? No supe manejar mis....

-¡¿Tus qué?! ¡¿Tus ganas de follar?!

-Mis sentimientos- musitó

Está jugando conmigo es todo una treta para que pueda echarse un polvo esta noche- No voy a volver a caer Aiden,ya he sufrido demasiado.

-No puedo cambiar lo que hice pero si paso un día más sin decirte lo que siento no podré estar en paz.

Me callé,no sabía que decir y el aprovechó este silencio para hablar

-Te quiero Grace, en su momento me dio mucho miedo toparme con ese sentimiento. Cuando me di cuenta de que mientras hacíamos el amor era delicado cómo no lo había sido nunca con nadie, cuando te oí tus lloros ese día me sentí basura, cuando aquella niña mandona me echó la bronca por pegarle mocos en el pelo a mi hermana, cuando me di cuenta de lo mucho que me gustaba que me llevaras la contraria. Llevo sin poder sacarte de mi maldita cabeza mucho tiempo.

Tenía sentimientos encontrados, una parte de mi quería besarlo otra pegarle una torta. Pero se estaba declarando y disculpando, estaba haciendo lo que tantas veces había soñado y era real.

Poco a poco se acercó a mi y depositó un suave beso en mis labios lentamente. Todos mis pensamientos racionales se esfumaron. Sólo estaba él con sus labios en los míos, acariciandolos suavemente.

-Aiden esto no lo vas a solucionar con un beso, este año yo....

-Lo sé por eso quiero preguntarte..¿ Quieres salir conmigo? Grace quiero que seas mi novia.

Parálisis, ese era mi estado emocional.
Cada uno de mis musculos colpasaron y no tenía ni idea de que decir o hacer así que en decidí seguir el primer impulso de mi cuerpo y volví a besarlo esta vez yo y esa fue una clara respuesta.

Sonrió y correspondió el beso que esta vez fue apasionado y feroz. Introdujo su lengua en mi boca que comenzó una danza con la mía.

Su boca se desvió por mi mandíbula hasta mi cuello dónde subcionó arrancandome un gémido.

-Arriba- susurré

Aiden me cargó en sus brazos y sin dejar de besarme me llevó a su habitación dónde me depósito en la cama cuidadosamente

-Te he echado mucho de menos-me susurró al oído

-Y yo a ti.- y con esas palabras empezó la mejor noche de mi vida


Esa Virgen es Mía [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora