Brave Shine

El Retorno.

Después del enfrentamiento, Sasuke se alejó del lugar lo más que pudo y durmió sobre un árbol. El canto de las aves lo despertó antes de salir el sol y continuó por el camino que conducía a la puerta principal de Konoha.

Todos los pensamientos de lo ocurrido la noche anterior fueron sustituidos en un instante. ((¿Cómo van a reaccionar sus compañeros, Estarán molestos porque no se había comunicado?.)), pensó, ((Sakura, ¿Habrá cambiado mucho, seguirá esperando por él?)). visualizó su rostro dentro de su mente, y supo que debía preparase para verla llorar. Tragó saliva nervioso, y aceleró el paso inconscientemente, su cuerpo actuó sin habérselo ordenado. Y entonces, antes de lo que esperaba, la puerta principal de Konoha apareció frente a sus ojos, abierta de par en par.

- ¡Quien eres tú! - exigió saber un guardia. Sasuke volteó a mirarlo - Tu eres... ¡Uchiha Sasuke! - dijo sorprendido al reconocerlo. Sasuke solo se limitó a asentir.

- ¡Cuánto tiempo! - mencionó - pasa, seguramente te han estado esperando.

- Ahh - contestó.

Sasuke cruzó la Aldea a buen paso. Se dio cuenta de que muchas personas lo miraban: algunos con asombro, otros curiosos y uno que otro se asustó o lo miró con odio. Notó cada una de aquellas reacciones y los murmuros que se levantaban a su alrededor, pero no se inmutó. Siguió caminando con la espalda recta y la vista al frente sin mirar a nadie. Muchas cosas habían cambiado desde su partida: algunos edificios eran nuevos, los comercios se multiplicaron y todo parecía más colorido. Enfrente, la imponente montaña tenía un nuevo rostro. Lo único que seguía siendo igual que en sus recuerdos era la torre del Hokage, que observó nostálgico desde abajo.

Entró sin vacilar. Levantó su mano para tocar la puerta del Hokage, pero no tuvo la oportunidad.

- Entra, Sasuke - escuchó a su maestro. Sonrió socarronamente y entonces entró.

***

Kakashi miraba las nubes desde su oficina. Trataba de encontrar una explicación a todo lo que le había contado Naruto la noche anterior. Al principio pensó que le estaba jugando una broma, pero lo vio tan serio y preocupado que descartó la idea de inmediato. Naruto nunca le había mentido, y menos cuando Sakura estaba involucrada. Además, Kurama había respaldado los hechos. Tembló al recordar como el Kyubi lo arrastró sin previo aviso frente a él, mirándolo fijamente; aún sabiendo que no le haría daño, simplemente no estaba acostumbrado, y la experiencia siempre lograba alterarlo levemente.

Antes de que Naruto se fuera, le pidió que no le contara a nadie lo sucedido, hasta que pudiera averiguar lo qué pasaba. Si Kurama afirmaba que esa presencia no podía ser de este mundo, tal vez se enfrentaban a un nuevo problema, y no podían actuar descuidadamente.

Suspiró. Sakura nunca le había ocasionado algún problema. Sus logros eran notables y su desempeño excelente. Incluso cuando la reclutó para un equipo Ambu, supo cumplir con las misiones de forma impecable, subiendo en la escala y posicionándose como capitán de escuadrón. Para él fue una pena que renunciara; pero su corazón siempre había estado en el Hospital.