»Perdido«

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—Gracias, Scotty —lanzando un beso al aire en dirección a su mejor amigo, Stiles se da la vuelta y se dirige a su casa. Debido a que su Jeep está (por décima vez) en el taller, tuvo que pedirle a Scott que lo dejara en casa luego de la práctica de lacrosse, que de por sí, fue agotadora. El maldito de Jackson Whittemore se había enfocado en hacerle la tarde un infierno.

—¿Stiles? —escuchó la voz de su padre desde la cocina cuando entró.

—Si papá ¿quién más tendría la llave de la casa además de mi y Jordan? —Y Scott, pensó.

—¿Me llamas? —bajando las escaleras, Jordan hace acto de presencia. Negando con la cabeza, Stiles sube a su habitación pasando a un lado de su hermano mayor.

Dejando el bolso en el suelo, se lanza a la cama que rechina por su peso. Soltando el más grande suspiro de cansancio, se mueve hasta quedar viendo al techo; sus músculos duelen por la práctica.

Lo único decente de su día, si lo piensa, es haber pasado economía a duras penas y poder haber visto a Derek, el mejor amigo de su hermano.

Antes de tener que ir al campo, Stiles pudo ver cuando Jordan y Derek salían de la escuela sin más clases en su día.

Ah, Derek.

Si Stiles fantasea con él esperándolo al final de un mal día en la escuela, y sonríe como bobo mientras lo imagina tomando su mano, es algo fuera de contexto que nunca admitirá en voz alta. Mucho menos las otras fantasías de ellos dos juntos que terminan con él jadeando el nombre del mayor mientras despierta exaltado y sudado.

No, esas cosas nunca serán reveladas en voz alta a nadie, ni siquiera a él mismo. Esas cosas, como otros secretos o tonterías ocurrentes en su vida, son escritas en un cuaderno de apariencia aburrida por fuera.

Si, exacto, Stiles tiene un diario, o mejor dicho: una "bitácora de vida" (jamás admitirá que tiene algo tan femenino como un diario donde escribe, además, lo mucho que le gusta el mejor amigo de su hermano.)

Estirando su mano para meterla debajo de su almohada en la cama, tantea el área en busca de aquel cuaderno fácilmente camuflable con cualquier otro de la escuela. Esta listo para escribir un poco de su largo día y desahogar todo su enojo hacia Jackson llenando las hojas con insultos que ni loco le diría en la cara.

Cuando...

—¿Qué? —sentándose en la cama como si un resorte en su espalda lo hubiera empujado, toma la almohada contra su regazo y ve que, donde se supone siempre está su dia- bitácora de vida, no hay nada.

Intentando no entrar inmediatamente en pánico, Stiles saca la sábana y cobija de la cama, las lanza lejos y luego mueve todo en busca del cuaderno.

—Stiles, papá di-- Cortando sus palabras, Jordan olvida completamente lo que tenía que decir cuando ve a su hermano lanzando todo fuera del armario. Su cuarto, en general, esta hecho un desastre; sin embargo parece que a pasado un tornado por allí —¿Qué estas haciendo? —se aventura a preguntar.

—¡No está! —salta Stiles fuera del armario, rebuscando en el desastre del suelo.

—¿Qué no está? —Jordan entra en la habitación, pensando que tal vez puede ayudar a su hermano a buscar lo que sea que haya perdido.

—¡Mi-- Deteniendo a tiempo sus palabras, Stiles sube su vista del desastre en el piso a Jordan, que lo ve con atención esperando una respuesta —¿Has entrado a mi habitación y tomado un cuaderno?

—¿Qué? —pensando, Jordan se toma un minuto antes de responder correctamente —No... Aunque esta mañana cuando te vine a despertar vi que todos tus cuadernos estaban regados en el escritorio, entonces te ayude un poco y los guarde en el bolso.

Pensando, el adolescente de lunares en el rostro piensa en esa mañana y los cuadernos en su escrito, entonces se pone pálido.

—¿Todos?

—¿Estuve mal?

El sermón que Jordan se ganó luego de aquello, le dejó con las orejas ardiendo. John tuvo que intervenir en la verborrea grosera y despectiva de su hijo menor al mayor, para que bajarán a comer.

—¡Por lo que te queda de vida, por favor, Jordan, no toques más mis cosas! —sigue soltando Stiles mientras bajan las escaleras.

—¡Ya me disculpe! —con el tono más mortificado, Jordan se sigue disculpando mientras pone su cara de lamento.

—¡Eres insoportable! ¡Papá quiero otro hermano! —haciéndolo reír, Jordan despeina los cabellos disparejos de Stiles. Ya esta bromeando, así que supone que todo esta resuelto. Sin embargo, ahora Stiles esta a punto de entrar en un ataque de pánico, mientras busca su teléfono en los bolsillos de su pantalón. Piensa marcar a todo el mundo si es necesario, alguien debe haber visto su cuaderno. Aunque espera, muy en el fondo, que sólo lo haya intercambiado por uno de los libros en su casillero y que este allí.

—Stiles, suelta ese teléfono, estamos comiendo. —le regaña su padre, sentándose junto a sus dos hijos a la mesa.

—Papá, créeme, esto es de vida o muerte. —comenta sin levantar la vista del aparato, ya le mando un mensaje a Scott, Kira, Allison y Lydia, ahora redacta uno para el entrenador. Luego se preguntara cómo tiene su número.

—¿En serio, Stiles? ¿de vida o muerte? —cuestiona John, tomando el tenedor en su mano y viendo a su hijo con una ceja alzada.

—Más como una muerte social, pero si, de vida o muerte.

...

Sólo cuando Stiles a terminado de lavar los platos, John le regresa su teléfono. Con ansiedad, revisa los mensajes, todos son respuestas de sus amigos; nadie a visto un cuaderno con las descripciones que Stiles dio.

También hay una respuesta del entrenador, y es algo así como una pregunta de por qué tiene su número y una advertencia de que no le vuelva a escribir.

—Oh, santa mierda. —dejando el teléfono, el adolescente comienza a rascar su cabeza con histeria. —Joder Joder Joder. —susurra viendo cada esquina del desastre de su habitación.

¿Dónde demonios esta su diario?

🐺 🐺 🐺

El diario de Stiles. [sterek]Where stories live. Discover now