Niñera (Steve Harrington)

Capítulo 26

Cuando me desperté me encontré con las chicas sentadas casi en los mismos lugares que el día anterior.

Aún medio dormida pude escuchar la voz de Dustin desde lo alto de el ascensor.

-Código rojo, repito, código rojo,¿alguien me recibe?

Bufé al recordar que estábamos aquí atrapados y me abracé a mi misma en busca de calor.

Busqué a mi hermana con la mirada para ver si se encontraba mejor.

Cuando nuestras miradas se cruzaron ella me dedicó una pequeña sonrisa indicándome que estaba bien.

Me senté a su lado y les sonreí a Robin y a Erica, quienes estaban frente a nosotras.

-¿Por qué no me habéis despertado?

Pregunté apoyando mi cabeza en el hombro de Lily.

-Steve dijo que habías dormido poco.

Me contestó Erica distraída mirando el moco verde.

-Y creo que sé por qué.

Dijo Robin subiendo y bajando las cejas.

-¿Tú dormiste tan bien agusto no?

Contesté imitando su gesto.

Las mejillas de Robin se sonrojaron y yo sonreí victoriosa.

-No entiendo por qué Steve y tú no sois pareja, es evidente que os gustais.

Lily asintió a lo que dijo Erica.

Yo negué con la cabeza.

-Eso pregúntaselo a él, es quien no quiere.

La niña se encogió de hombros.

-Pues manda a paseo a ese imbecil, y vete con otro.

Lily volvió a asentir.

-Eso la digo yo.

Rodé los ojos divertida al ver lo amigas que eran mi hermana y la niña.

Nuestra conversación se vio interrumpida por un chorro que venía de arriba y se deslizaba por la pared.

Al principio miré dudosa el líquido sin saber que era, pero el olor en seguida me confirmó mi temor.

-¡Que asco, Steve! ¿Puedes redirigir tu chorro?

El chorro se movió hacia los lados tras el comentario de Robin, y yo no sabía si reír o llorar.

Opté por la opción de reír mientras que Lily, por el contrario puso una mueca de asco.

-¿Y este va a ser mi cuñado?

Nuestra conversación se vio interrumpida por Erica, quien golpeaba uno de los cilindros llenos de mierda verde intentando abrirlo.

-¿Qué haces?

Cuestionó Robin irritada.

-Voy a bebermelo.

Me levanté y le arrebaté el bote de las manos.

-Ni de coña, no sabes lo que hay dentro.

Erica rodó los ojos e intentó quitarme el bote, fallando en el intento.

-Escucha, el cuerpo humano puede aguantar mucho sin comer, pero no sin beber y yo antes de morirme de sed me bebo eso.

Alargué el brazo para frenar sus intentos de arrebatarme el bote y con mi otro brazo la sujeté para impedir que fuera a coger otro.

-Esa mierda probablemente sea venenosa, así que tu no vas a probar una gota mientras yo esté aquí.

La niña y yo seguimos discutiendo, hasta que Lily nos mandó callar.

-¿Escucháis eso?

Hicimos silencio y me estremecí al escuchar pasos acercarse.

-Mierda.

Susurré.

Robin nos señaló con la cabeza la trampilla y nos dirigimos hacia allí.

Robin subió la primera, luego Lily y, después de haber ayudado a Erica yo.

-Tenemos compañía.

Informó mi amiga a Dustin y a Steve.

Pudimos ver como las puertas se abrieron y tres hombres entraron y comenzaron a sacar las cajas.

Uno de ellos se quedó oliendo y yo miré a Steve con molestia causando que el chico se encogiera de hombros en respuesta.

Cuando los hombres se fueron las puertas comenzaron a cerrarse.

-Sam, dame el cilindro.

Le entregué a Steve el bote que le había quitado a Erica.

El chico lo colocó en la puerta, atascando esta, gracias a lo cual todos pudimos salir.

Justo cuando Steve pasó por la puerta, el bote se rompió causando que el líquido verde saliera y derritiera el suelo.

-¿Sigues queriendo beberte eso?

Le dije a Erica.

La niña me sacó la lengua y yo sonreí divertida.

-Mierda.

Miré a Dustin extrañada, pero comprendí rápidamente a lo que se refería al girarme y ver el largo pasillo al que nos enfrentabamos.

Steve nos miró a todos y palemó el hombro de Dustin.

-Vamos, en marcha.

Todos comenzaron a andar siguiendo a Steve menos yo.

Suspiré frustrada.

-No me jodas. He dormido en un ascensor, darme un respiro.

Dicho esto comencé a arrastrar los pies tras ellos mientras me quejaba.