Niñera (Steve Harrington)

Capítulo 27

En estos momentos me encontraba arrastrando mis pies, totalmente agotada tras el resto de mis amigos.

No sabía cuanto tiempo llevábamos andando por aquel eterno pasillo, pero lo que si sabía es que necesitaba hacer más deporte.

-Hay que reconocerlo, es un gran edificio.

Negué con la cabeza ante lo que dijo Dustin, los edificios con lugares en los que sentarse y escaleras mecánicas son geniales, no este jodidos eterno pasillo.

-¿Estás de broma? Este sitio no tiene ninguna salida de emergencia en caso de incendio, es una trampa mortal.

-No jodas.

Le dije a Steve. El chico se giró y me sacó la lengua infantilmente causando que yo hiciera lo mismo.

Aproveché que Erica comenzaba a insultar a los comunistas para hacerle un puchero a Steve.

El chico rodó los ojos y retrocedió para empezar a caminar a mi lado.

-Por favor Steve, tengo que ahorrar energías para pelearme con los rusos.

Steve me miró molesto.

-Yo pego a los rusos, tú no te preocupes por eso.

Solté una pequeña risa incrédula ante lo que dijo, recordándole que no había ganado una pelea.

Pareció entenderlo porque me dio un pequeño codazo.

-Así no vas bien.

Volví a mirarle con un puchero sabiendo que se acabaría rindiendo.

Me miró durante unos segundos para después maldecir por lo bajo y detenerse.

-Sube antes de que me arrepienta.

Asentí con una sonrisa y me subí a su espalda rodeando su cuello con mis brazos y su cintura con mis piernas.

Una vez arriba Steve volvió a caminar tras el resto del grupo.

-Eres el mejor.

Besé su mejilla causando que se tambaleara con torpeza.

-Lo siento.

Dijo con las mejillas rojas, provocando que mi corazón se acelerara y mis mejillas copiaran las suyas.

Maldito amor, y maldito Steve.

-Chicos.

Dustin se puso a nuestro lado interrumpiendo el incómodo momento.

-¿Creéis que todo esto de los rusos tiene que ver con...

No hubo necesidad de que el pequeño terminara la frase, pues ambos sabíamos a lo que se refería.

Asentí con la cabeza.

-Es muy probable ¿por qué si no harían esto en Hawkings? Sólo somos una parada al baño en el viaje a Disneyland.

Nos sumimos en nuestra conversación quedándonos quietos, pero la voz de Robin nos sobresaltó.

-¡Hey! ¿Algo que queráis compartir con la clase?

Observe a las tres chicas, que nos miraban entre molestas y curiosas y después intercambié miradas con Dustin y Steve.

-Es una larga historia...

Pero afortunadamente el walkie-talkie de Dustin comenzó a sonar cortando la conversación.

Una voz hablando ruso se empezó a escuchar.

-¡Es el código!

Exclamó Dustin entusiasmado.