Capítulo 29

13.3K 1K 270
                                    

Golpes y agua fueron todo lo que pude sentir, habían pasado solo diez minutos, pero a mi se me había hecho una eternidad.

-¿¡Para quién trabajar, puta!?

A pesar de lo mal que me encontraba miré al hombre con rabia.

-¡Scoops ahoy, gilipollas!

Mi cara volvió a hundirse en agua, pero esta vez no me sacaron a los segundos, al final tuve que abrir la boza y agua entró, pero justo en ese momento me sacaron.

Empecé a escupir agua mientras tosía y lágrimas se escapaban de mis ojos.

-No dirás nada, ¿verdad?

En lugar de contestar lo miré fijamente.

El hombre alzó una ceja y les hizo una señal a los otros dos hombres, que me levantaron tomándome cada uno de un brazo.

Cuando comenzamos a salir el anciano nos detuvo y se paró frente a mi.

-Mujer no débil.

Ni siquiera pude contestar porque los guardias me sacaron de allí.

Mis ojos se cerraban de puro cansancio, ahora mismo debería parecer una muerta.

Decidí ir con los ojos cerrados y centrarme en lo que oía para poder frenar este terrible dolor de cabeza.

Sentí como entramos en una sala y al instante una voz conocida me hizo sentir segura.

-¡Sam! ¿¡Qué la habéis hecho!? ¡Cabrones!

A pesar del dolor sonreí levemente y abrí un poco los ojos para encontrarme con Steve y Robin atados a una silla en el suelo.

-No sabéis cuánto me alegro se veros.

Susurré con la voz ronca.

Steve relajó sus facciones al verme despierta y dejó de gritar a los hombres para centrarse en mi.

-Sam, no sabes como me alegro de que estés viva.

Me dedicó una pequeña sonrisa a la que yo correspondí con dolor.

-Yo también me alegro, sobre todo porque a este idiota casi le da un ataque de los nervios.

No me dio tiempo a contestar a Robin ya que los hombres me ataron a una silla y levantaron las de mis amigos.

Un hombre con bata y unas jeringas con un líquido azul entró.

-En vista de que ninguno nos ha dicho nada, esto os hará hablar.

Miré con miedo como el hombre le inyectaba el líquido a Steve en el cuello, causando que este gritara, luego hizo lo mismo con Robin para, finalmente dirigirse a mi.

Cuando el líquido entró en mi no pude evitar gritar de dolor, pero se pasó rápido, ya que todo lo malo que había sentido hace unos momentos atrás desapareció, de un momento a otro me sentí alegre y con ganas de reír.

Y eso hice. Me desternillaba mientras que Steve, tan alegre como yo amenazaba a los hombres con Dustin.

-Y no sólo Dustin, mi hermana os va a matar.

Dije alegre arrastrando las palabras.

-Cierto, mi novia es la mejor.

Me reí ante lo que dijo Robin.

Cuando una alarma sonó y los tres soltamos carcajadas.

-Os lo dijimos.

Los hombres salieron de allí y Dustin, mi hermana y Erica aparecieron.

Niñera (Steve Harrington) Where stories live. Discover now