QUIERO VENGANZA

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Pocas y pequeñas porciones de comida aparecieron en la mesa de noche del rubio, provocando estragos en las entrañas de Hermione.

-No se me antoja para nada – arrugo la nariz –

-Lo sé, pero debes comer, tú grado de desnutrición me dice que estás a una enfermedad de que éste mundo no cuente con tu presencia – la castaña alzó una ceja mirándolo fijamente – muchas cosas cambiaron Granger – acercó una silla al costado de la cama – te irás enterando poco a poco

Aun reticente asintió y trató de sentarse, pero un gemido de dolor la tiró de nuevo en la cama

-¡Oye tranquila! – sacó la carita pasándola por su abdomen verificando heridas internas - puedo sanar rápidamente los golpes e hinchazones, pero las hemorragias y desgarres tardarán un par de días más

Gotas de sudor cubrían su frente rápidamente mientras procesaba las palabras del rubio, los espasmos en el vientre bajo y los picones en la costilla no dejaban que su mente se despejara lo suficiente, así que apretaba los dientes haciéndolos rechinar un poco.

Draco colocó de manera correcta el almohadón que estaba a un lado de la castaña, tomando uno de sus muslos y el omóplato la puso de manera vertical, agitando su varita movió un cuadro y apareció una caja de la cual sacó un frasco transparente, tomando una aguja de un maletín abierto, sacó la medida y lo guardo volviendo ágilmente a su lado colocándolo en el brazo.

-¿Qué me pusiste? – preguntaba entrecortadamente sintiendo ardor y un frío líquido corriendo por el brazo –

-Es un medicamento muggle – cierra los ojos recordando el nombre – morfina – soba su espalda sintiéndola relajarse considerablemente – jugué un poco con su composición y ha dado resultados – toma un trozo de manzana y lo acerca a sus labios – mastica

-No quiero – ladeó la cabeza irritada por el dolor –

-Ayudará a los efectos secundarios como náuseas – ladea una sonrisa cuando la muerde con mucho cuidado – no tiene veneno

-Ácida – se defiende por las muecas –

Asintiendo aparece una manzana completa y la acompaña mientras la sigue alimentando.

Una muggle en su casa.

Una "traidora" a la sociedad mágica

-Tendrás que pagar mis cuidados Granger – la observa sobre la almohada – nada es gratis en ésta vida... lo sabes mejor que nadie

-Sólo – asentía con una idea en mente – sólo necesito que hagas algo por mí – dirige su mirada de profundo dolor a los grisáceos ojos del rubio – quiero que me ayudes a vengarme

Con estupefacción asintió sabiendo perfectamente a quién se refería y sin mayor reparo ensanchó su sonrisa

-Eso puedo... asegurarlo – se levanta tomando una bata que hay en su perchero – esa posición es la que vas a tener para descansar y comer, te rotaré de lado cada cierto tiempo, y después te recostaré para el resto del día 

ALONE WITH YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora