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───ㅤ𝗔𝗨𝗥𝗔𝗡𝗧𝗜𝗖𝗢ㅤᘝㅤ𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗼ㅤ. . .
"¿Alguna vez pensaste que creías saber todo sobre tus amigos? Aunque, ¿no es ese un pensamiento recurrente, casi normal en cada uno de nosotros? ¿Cómo no vamos a conocer al cien por ciento a l...
26 de octubre. 15:30 p.m. 5 días antes de Halloween.
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El tablero de Monopoly, el mismo que me regalaron por Navidad cuando tenía menos de diez años, se encuentra completamente tirado y armado contra el suelo de madera de mi habitación. Tal y como hemos hecho desde que nos conocemos, estamos todos recostados boca abajo contra la alfombra repleta de colores oscuros como naranja y pequeñas manchas de negro y violeta. Hace unos dos horas que iniciamos la partida, pero el ímpetu de querer ganar consigue que ninguno de nosotros se aburra en absoluto. Por lo general solemos ser una masa explosiva de competición fuerte, lo suficientemente fiera como para insultarnos hasta que nos quedemos sin voz y aventarnos cualquier objeto que se encuentre cerca de nuestro alcance como protesta.
Suspiro de forma pesada, tragando un poco de saliva entre medio del ruido que generan las manos de Jihoon, las cuales están preparándose para su lanzamiento. ¿Desde cuándo me he sentido tan nervioso por comentar algo con ellos? Quizás desde el momento en que me di cuenta que este tema podría desencadenar un mal ambiente si se lo toca de manera directa.
ㅡ ¿Ya han pensado la idea que les comenté? ㅡInquiero sin mirar a nadie, centrado en el pequeño muñequito plateado frente a mí: el sombrero de copa, sí, ese mismo había escogido para utilizar en la partida. El número ocho se puede ver en los dados que Lee acababa de dejar caer hace apenas unos segundos, él mueve su ficha hasta la casilla más buscada.
ㅡ ¿La de la fiesta? ㅡResponde mi duda con otra pregunta, sonriendo con una gran cantidad de burla al saber que era imposible que le ganáramos de ahora en másㅡ. Vaya, pequeñas mierdas, parece que me llevo la mejor vivienda, ¿cómo se siente perder contra Lee Jihoon?
ㅡ No deberías decirle «pequeñas mierdas» a las pequeñas mierdas. ㅡExpresa Jun desde casi la otra punta de la habitación, sin alzar la vista del libro violaceo que descansa entre sus dedos. Su tono parece de reproche, pero es visible que también está burlándose de nosotros al saber que su pareja nos acaba de patear el trasero por cuarta vez consecutiva.
ㅡ Maldito desgraciado, yo iba a comprar esa. ㅡEl chillido de Seungkwan choca contra mi oído izquierdo, así que me volteo para divisar su rostro apenas rojizo por la ira de haber perdido una vez más estando tan cerca de conseguir llevarse la victoria.
El bajito se contagia de una sordera repentina, ignorando con tranquilidad todas las voces dirigidas hacia él. Toma los fajos de dinero falso y de colores brillantes que Soonyoung le entrega. Kwon había decidido actuar como el banco desde siempre, principalmente porque: «Soy muy malo en los juegos de mesa, siempre termino en último lugar, si soy el banco no voy a convertirme en un perdedor». Clavo las iris en la forma veloz en la que Hoon cuenta la cantidad de dinero que le queda, apreciando también con un toque de brillantez en sus ojos la tarjeta que había ganado gracias a la suerte. Deja ambos a un costado, de una forma tan simétrica que parece que ha utilizado una regla para ello.
