Nuestro momento

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Nuestro momento.

Una travesía tranquila se logró con el pasar de los días, la estadía en la universidad se tornaba exasperante, las miradas hacia Sakura no cedían en absoluto, pero a diferencia de antes había cierto pelinegro que se empeñaba en poner a varias personas en su lugar.

Los días pasaron sin inconvenientes, Sakura le dio su tiempo al Uchiha sabiendo que en algún momento estaría listo para hablar con su madre, el pelinegro sentía un miedo inminente, cada vez que pensaba que debía acercarse a ella sentía una punzada en el corazón, la había odiado toda su vida, verla a los ojos era algo que jamás creería que pasaría.

Pero ahí estaba, paseándose en su habitación de un lado a otro, intentando buscar la manera de que Sakura olvide el acuerdo que pactaron, pero no, no podía evadirlo, eso constaría en fracturar su palabra y era algo que no pretendía.

Estaba demasiado cansado, quería que todo termine de una jodida vez. Se sentía tan estúpido, el Sasuke de meses atrás se reiría de ver en lo que se ha convertido, era tan escéptico y arrogante, ni siquiera le importaba del todo la vida, pero ahora su corazón se agitaba cada vez que veía a Sakura, era insólito las cosas que estaba haciendo a causa de ella, esa mujer que lo hacía sentir tan extraño.

Su mente se instaló en ella, se había convertido en un pequeño pasatiempo, cada vez que pensaba en esa mujer... tenía miedo. ¿Por qué? Sentía que Sakura se convirtió en una debilidad, cuando estaba cerca de ella se sentía diferente, la amargura que lo caracteriza se apaciguaba de inmediato, con los demás podía comportarse como un idiota, pero con ella incluso entablaba una conversación decente, algo que no lograba cualquiera tras su actitud altanera.

Se acercó al escritorio bastante dudoso, abrió lentamente el cajón e instaló sus ónix en un lápiz que estaba trizado en la mitad, entonces recordó lo que sucedió aquel día, una sonrisa repentina apareció en sus labios.

Cerró el cajón con sutileza y tomó rápidamente una decisión. Se dirigió al vestidor abriendo la puerta con apuro y prosiguió a buscar algo con la mirada, sus oscuros orbes se posaron en una bolsa que descansaba en uno de los estantes del armario.

Tomó un par de bolsas asegurándose de revisar que todo esté completo y salió por las mismas, se trataba del conjunto de ropa que Sakura le prestó la semana pasada. Intentó devolvérsela al día siguiente, se encargó de mandarlo a la tintorería dejándolo bastante reluciente, pero Sakura se negó diciéndole que podría entregárselo en otro momento, ya que no sería apropiado que todos miren que Sasuke le entregaba una bolsa. Él por su parte sintió leve molestia, no le importaba en absoluto la opinión de terceros, pero después meditó más tranquilo y Sakura tenía razón, su objetivo principal era que ella no tenga problemas.

Tomó las llaves del auto abandonando su habitación, observó el reloj que cargaba en su muñeca percatándose que faltaba un par de horas para que sea medio día, soltó un leve suspiro y se encaminó por el largo pasillo.

Apenas llegó al living sus ónix chocaron con los ojos negros de su hermano, lo menos que quería era encontrarse con alguien, odiaba que le hicieran preguntas.

—¿Saldrás un sábado tan temprano? —Los ojos de Itachi se posaron en las bolsas que su hermano sujetaba. Soltó una pequeña sonrisa casi imperceptible, empezaba a deducir—. No es común en ti.

Sasuke bufó, por un momento pensó en ignorarlo y proseguir con su camino, pero por otra parte sentía que debía cambiar de actitud con su hermano, después de todo él ha hecho tanto por él.

—Entregaré esto. —Alzó la bolsa con desdén—. Naruto me pidió que le entregue algo que me prestó. —Mintió.

Itachi se dedicó a soltar una pequeña risa, sabía que su hermano mentía, lo conocía de toda la vida, además, era demasiado obvio. ¿Él haciendo encargos a Naruto? Primero surge el fin del mundo y ya después lo consideraría. Tosió levemente atrayendo la atención de Sasuke, carraspeó intentando disipar el malestar que sentía y tomó un poco de café refrescando su garganta.

AL FINAL DEL CAMINO「SS」|PAUSADA|Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora