The Crusher #1.2

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«¿Vas a volver a golpear a tu superior, Stanley?» caminaba alrededor del niño quien estaba amarrado a una silla con una toalla en la cabeza, mientras de fondo se oía el chirrido de metal con metal que hacían 5 soldados en diferentes áreas del cuarto para aturdir al niño. «Si respondes que no, vamos a volver a ahogarte ¿Cuál es tu respuesta definitiva?»

«¡N-No volveré a golpearlo! ¡Voy a obedecer a lo que diga! ¡Pero por favor dejeme en paz, llevamos días en estos!» soltaba en una voz rota por el llanto, hipando lleno de miedo queriendo ir a correr a los brazos de Connor.

Era verdad, Cooper tenía encerrado a Stan desde hace cuatro días, todo para torturarlo y hacer entender al niño a la malas que a los superiores no se les ataca, mucho menos a él. Connor por otro lado había desarrollado un tipo de ansiedad, sentía que le faltaba el aire y lloraba, todo porque Stan estaba fuera de su alcance y no sabía nada de él porque Edward no se lo permitía ver; era una tortura tanto para Stan como para Connor.

«Bien, sueltenlo.» dijo Cooper sonriendo con cinismo.

De repente todos los objetos metálicos cayeron de golpe haciendo saltar a Stan del susto. Le quitaron la toalla empapada de la cabeza y empezaron a desatarlo, Stan lloraba en silencio preguntándose porqué a él le tocaba esto, porqué eran así de crueles con él, él solo protegía al único ser que le ha dado cariño en ese oscuro lugar... Era un niño inocente, no terminaba de comprender que allí nadie podía ser dulce y tierno, él no era más un niño que debía ser así, no se daba cuenta que lo estaban conviertiendo en un arma.

Cooper mandó a buscar un cambio de ropa ya que la del niño estaba totalmente mojada y con olor a sangre gracias a los cortes proporcionados cada que se ponía de insultar, trajeron un uniforme de hydra del tamaño del niño que lograba ocultar sus heridas y las quemaduras en sus muñecas hechas por las sogas que lo sostenían. Cuando terminaron Cooper tomó la mano de Stan y lo llevó a fuera del oscuro cuarto, Cooper tenía un rostro pacífico como si nunca hubiera torturado a un niño de menos de diez años, Stan tenía la mirada perdida, las lágrimas seguían cayendo de sus ojos, pero ya no había llanto... Esto solo era el comienzo de la masacre de un ángel puro e inocente.

Llegaron a la habitación donde Stan y Connor dormían y convivían, Cooper había mandado a llamar a Connor quien no se encontraba en la habitación sino que atendiendo órdenes de sus superiores. Frente a la puerta estaba un Connor con ojeras enormes, se notaba que apenas y dormía aparte de los moretones en su rostro, su ojo hinchado del golpe que le dieron y sus labios partidos, Cooper llegó junto a Stan, pidió que abrieran la puerta de la habitación y entraron.

«¡Connor, cariño! Te ves muy mal ¿Por qué? ¿No te divertiste haciendo inventario de las armas que tenemos? ¿No fue relajante entrenar con los mejores soldados de la base? ¿Rumlow te dio una paliza muy fuerte? Que triste.» hizo un gesto falso de tristeza y luego volvió a sonreír. «¡Aquí tienes a Stan sano, salvo y mejorado! Será más obediente, eso sera mejor para hoy que toca el encuentro con el gran Soldado del Invierno. Los quiero allá temprano, en la jaula ¿ok? Ok.» y se fue cerrando la puerta con fuerza.

Stan y Connor se miraron, Stan se echó a llorar corriendo a los brazos de Connor, el rubio lo tomó en brazos y le dio un abrazo fuerte sintiendo como el pequeño temblaba e lloraba a mares, Connor no sabía si era por lo que sea que le hicieron o porque lo extrañaba, solo sabía que debía darle mucho apoyo a Stan. Le dio besitos en su cabello y mejillas, y limpió las lágrimas que mojaban sus ahora sonrojadas mejillas por el llanto. Ambos se sentían tranquilos el uno con el otro.

«Ya bebé, estoy contigo, ya Cooper no te hará nada... T-Te ves muy lindo en tu nuevo uniforme.» trataba de no llorar, porque ese traje significaba que ya iba empezar una nueva etapa que sería algo brusca para el niño.

Tales Of Insane: OriginsWhere stories live. Discover now