El guante fue lanzado

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❤️

Me estire sobre la cama buscando mi teléfono, las 6:30

Es muy temprano, en esta ocasión entró hasta las diez, podría seguir durmiendo un rato mas.

Rode sobre las sábanas, la cama de Pin estaba perfectamente tendida y el cuarto no tenía rastros que estuviera alguien más, ya había notado lo ordenado que es Pin y me gusta, pero a la vez me hacía sentir mal, mi lado es un caos a comparación.

Me levanté ya no tenía sueño, me metí a bañar y al salir volví a poner mi ropa de dormir que caso tiene cambiarme, todavía faltaban horas para salir de casa, decidí bajar y buscar algo de comer.

El abuelo a esta hora va al templo y Pin ya debe estar en el centro comunitario.

Nada más bajar las escaleras llegó a mi un delicioso aroma, el abuelo debió a ver regresado antes y cocinar, eso me puso contento, ya me estaba desanimado preparar mi comida siempre me sale tan insípida que me quita el apetito, antes de entrar empecé a llamar a señor Cho.

- ¡Señor Cho! que huele tan delicioso....

- Son qué gusto que te levantarás temprano -me quedé sin palabras al ver al señor Cho sentado en la mesa y aún sexy hombre sin camisa con un delantal rojo en pantalones cortos, de espaldas a la estufa.

- Buenos días... - solo pude decir aquello, no podía quitar los ojos de Pin.

- ¿Son quieres que te sirva? -la voz de Pin se escuchaba ligeramente ronca, al dar la vuelta con un tazón en la mano podía ver cómo su cabello goteaba un poco, parecía que acaba de ducharse. La voz del abuelo me volvió a la realidad.

- Pin acaba de ayudarme en el jardín, el tonto se mojó con la manguera por accidente.

- ¿Ahora el tonto soy yo? recuerdo que te dije a ti abuelo que cerraras la llave...

- ¡Ohh! ¿me dijiste? no te escuché...

- Sólo escuchas lo que te conviene abuelo. - Pin dejo otro tazón frente a mí, sonriendo en mi dirección, sólo pude agradecer con un gesto.

Aún que podía parecer que discutían en realidad se notaba que fue broma entre ellos, ya había notado que el abuelo no es tan desvalido como pensaba en un principio. En ese momento recordé algo.

- ¿Pin no tenías clase hoy?

- Pin le pidió a la hermosa Helen que lo cubriera hoy otra vez...

- ¡Abuelo! -parece que al abuelo le agrada mucho esa chica, será la misma de la otra ocasión.

- ¿Hoy entras tarde al trabajo Son? - pregunto el abuelo, yo quería saber más sobre la chica de Pin.

- A las diez, por eso baje a desayunar...

- Come entonces, no quiero que se te enfríe, los dejo voy a ver mis flores. ¡Provecho Son!

- ¡Gracias! - lo seguí con la mirada hasta que desapareció por el pasillo. Me concentre en mi tazón para no ver a Pin.

El silencio estaba siendo incómodo entre los dos o simplemente yo lo sentía.

- ¿Quieres que te lleve al trabajo?

-¡No!... no te molestes tengo tiempo suficiente para irme en transporte. - eso sonó muy rudo, me sentía incómodo por la mención de la amiga y no quería admitir que me disgustaba. La razón la sé y me niego aceptarla.

- No es molestia, tengo que ir a la biblioteca de todas formas, tú decides. -"a sí que no vas a insistir más maldito arrogante" donde quedó el chico considerado de anoche -¿Entonces?

Kilómetros de AmorWhere stories live. Discover now