Cupyo [ Seungpyo ] [ X1 ]

Vigésima quinta flecha

A diferencia de otras veces, Dongpyo despertó sintiéndose pleno, cómodo. Su cama no parecía sentirse tan fría como todas las albas anunciaban y el acogedor ambiente desfilaba unas suaves respiraciones sobre su pequeña cabeza.

Su corazón dio un brinco cuando al moverse con cuidado, unos brazos rodearon su cintura con más fuerza y lo apegaron al pecho de con quien ahora dormía.

Hace dos días, esa escena solo era reproducida en su mente como un sueño lejano y desalentador. Pero ahora, él estaba ahí, envuelto por los reconfortantes brazos de Seungwoo en medio de su habitación.

Un escalofrío sacudió su cuerpo mientras el mayor bajaba la punta de su nariz hasta llegar a su mejilla, donde dejó un pequeño beso.

—Buenos días, Pyo —Sus palmas pasearon por la espalda de Son sin alguna otra intención más que de hacerle sentir bien, logrando sacarle un par de ronroneos.

—Hyung... —Balbuceó, con una sonrisa contorneando sus bonitos labios.— Usted se quedó...

—¿Y supuestamente a dónde iría? —Alzó una ceja algo divertido.

—Con tu futura novia...

La voz le salió tan tambaleante, que los bonitos pensamientos de hace unos segundos atrás, terminaron por huir lejos.

—¿Lo había mencionado? —Soltó una pequeña risa, mientras los pequeños ojitos de Dongyo comenzaban a empañarse.— Si escuchaste eso, déjame decirte que terminé rechazando la oferta.

—¿Porque no te gustan las chicas? —Sonrió formando un rectángulo.

—Porque me gustas tú.

¿Realmente lo había dicho así sin más?... Se sentía tan bien.

Sin parar de dar pequeños grititos en su interior, las manos del más bajito encajaron en las mejillas de su líder para acercar sus rostros, y como en toda la noche anterior, ahogarse entre besos.

Cada segundo que pasaba, le hacía dudar si eso no era una simple alucinación suya, así que decidió tocar.

Sus manos se aferraron a los hombros de Seungwoo, masajeando la zona involuntariamente y entre abriendo sus labios para dejar pase libre al chico, quien ensimismado, recorrió toda su cavidad bucal con parsimonia, sintiendo su boca derretirse al contacto de ambas lenguas y sus manos arder ante la piel sobre la que estaban posadas.

Fue así durante breves instantes, cuando aprovechando un breve intermedio, Dongpyo acomodó al contrario con la espalda pegada al respaldar de la cama y por sobre las sábanas, se acomodó con ambas piernas a los costados de él.

Observó el cabello que caía sobre los ojos del mayor, algo alborotado y con la camiseta del día anterior. Apartó con cuidado esos rebeldes mechones, para dar un dulce toque en la punta de su tabique.

Tembló al notar que no había cepillado sus dientes antes de besarle, oops...

—Seungwoo... —Mordió su labio, ya rojito por lo roces.— ¿E-Eso quiere decir que no verás a nadie más que a mí? —Titubeó.

—¿Con qué derecho me prohíbes ver a otras personas? —Sonreía divertido.

—¡Hyung! —Estaba a nada de patalear.— ¡Ahora soy su "algo"!, ¡exijo que respete los celos en mi posición!

—Ya te lo dije, cielo —Hizo énfasis en la última palabra.— Me gustaría intentarlo contigo, cuantas veces sea necesario —Sonrió de una manera... Sublime.

—¿La etiqueta de novios a escondidas suena bien?

—No realmente —Algo en su pecho dolió.— No contigo —Corrigió.— Mereces a alguien que haga las cosas bien, ¿realmente quieres hacerlo?

—Vaya, creo que eso ya había quedado claro, Han —Bufó con una diminuta sonrisa.— Si tú estás dispuesto a intentarlo, daré lo mejor de mí por ambos... Solo no me falles, por favor, todo lo que hagas hazlo pensando en nosotros, no solamente en mí —Rodó los ojos, casi pudiendo ver su cerebro.

—No te prometo nada —Dejó un efímero beso en sus labios.— ¿Ahora haz cambido de opinión?
El lugar se sumió en un pequeño silencio, mientras por la ventana se mostraba un gordito pajarillo caminar cerca del vidrio.

—No —Jamás lo haría.

Era complicado, y demasiado. Tener que esconderse de las personas que eran catalogadas como cercanos y de otras que tal vez no conocían en lo más mínimo. No sabían si llegarían a algún lado, o si seguirían estando en esa envolvente calma como en momentos igual a éste.

Habían rumores, la gente hablaba. Varios podían odiarlos, mientras que otros apoyaban cada una de sus palabras por sobre las que soltaba el resto.

Todo apestaba, les provocaba temor, miedo. Pero sabían que podrían superarlo, ya sea entre conversaciones a regañadientes o chistes que dejaban el tema aún más llevadero.

Él estaba feliz, y quería creer que Seungwoo compartía su dicha. Sus compañeros, por sobre todo, a quienes había intentado demostrarles en cada una de sus acciones cupidásticas cuanto los quería y adoraba.

Cupido... Sí, también se enamora. Ya sea de una persona con ocho años más de lo planeado, ¡veinte, cuarenta o cincuenta incluso!

Venían muchos tiempos malos, que se encargaría de sobrellevar, y también tiempos buenos, de los cuales; aprovecharía cada momento.

—Mientras siga con vida, no cambiaría mi opinión por nada en el mundo.

Si quieren leer smut Seungpyo, Minisang y Weishin, les recomiendo no sacar esta historia de sus bibliotecas. Porque al menos dos de los tres extras incluirán eso(?

Publicaré el epílogo y el primer extra este viernes, gracias por sus mensajes, realmente... Gracias por entender la situación por la que puedo estar pasando...

Si gustan leer una historia Minisang, Seungyul o pasar a pedir una portada, encontrarán otros cuatro libros publicados en mi perfil(?

Nuevamente, gracias por tanto... <3

Preguntas!¡

¿Ducharse en la mañana o en la noche?

¿Poema preferido?

Tengan un lindo inicio de semana, sueñen con mucho Seungpyo<3