Capítulo 23: Clases de surf.

3.3K 130 1
                                    

-Perdona el retraso-se disculpó parándose frente a ella, demasiado cerca, ojos contra ojos, sonrisa contra sonrisa-no estoy acostumbrado a los despertadores ni a los madrugones.

-No te preocupes, a Jessica ya la conoces, y éste es mi tío Sammy.-el chico y el hombre se dieron un apretón de manos.

-¿Estás seguro de que quieres hacer esto?-le preguntó Barbara a Dani.

-Estoy seguro.

-Pero...-él le puso un dedo en los labios.

-Quiero hacer esto y quiero estar aquí, contigo.-Barbara sintió que se le dibujaba una sonrisa tonta en la boca, y Dani le acarició los labios antes de apartar la mano y volver a mirar las olas y a los pocos surfistas que había en el agua. Barbara tuvo unas tremendas ganas de abrazarlo y de sentir los fuertes brazos de Dani rodeándola.

-Bueno-dijo el chico-vamos allá.

-¿Por qué no haces antes algún ejercicio de calentamiento?-sugirió ella- Así evitarás que te den tirones.-Cuando él terminó de calentar, Barbara lo llevó con las tablas, Jessica y Sammy seguían sentados allí, al lado de Calum, que había vuelto de su sesión de fotos,  Dani sonrió al ver a su amigo.

-¿No vais a...?

-No les hables-interrumpió Barbara-a ninguno de los tres, están castigados. Toma tu tabla, lo ideal sería que fuera un poquito más larga, pero esta es la más grande que he podido conseguir. Te quedará un poco corta, pero es bastante ancha, está recién lavada y es suave, lo cual hace que con ella sea más fácil aprender.

-De acuerdo.-Dani cargó la tabla hasta la orilla.

-¿Qué tal tu rodilla?

-Mejor.

-Sé que puedes nadar, pero si tienes algún problema, estaré allí.-él sonrió.

-Me gusta cómo suena eso.-la forma en que la miraba era mortal para las neuronas de Barbara. Encima, aquella mañana estaba muy atractivo. Más, había algo en él que cada vez que Barbara lo veía, lo hacía estar más y más guapo.

-¿Ves la correa?-dijo después-tienes que tenerla atada al tobillo para no asesinar a nadie sin querer, no es fácil ver a tiempo las tablas perdidas.

-No perder la tabla-repitió él, asintiendo, ella se moría por dejar las tablas a un lado, cogerlo de la nuca y besarlo, pero no era ni el momento ni el lugar, estaban allí para aprender a hacer surf.

-Y el agua puede parecer muy tranquila pero hay corrientes peligrosas bajo la superficie, así que ten cuidado. Si quedas atrapado en una, nada en paralelo a la orilla hasta que consigas salir.

-Entendido,¿algo más?

-No hagas ninguna estupidez, ni trates de llamar mi atención.

-Eso también lo he entendido.-Barbara lo miró quitarse la sudadera y desnudar aquel torso magnífico y moreno, el bañador le quedaba ligeramente grande y le colgaba por la cadera.

-Vamos.-ella cogió su tabla y, cuando empezó a entrar en el agua, recordó que aún tenía puesta la sudadera, se la quitó y se la arrojó a Jessica.

-Antes de empezar a remar, mira siempre a los otros surfistas para ver por donde conviene entrar en el agua.

-Sí, profesora.-Barbara pensó que le estaba tomando el pelo, pero cuando lo miró a los ojos marrones lo único que vio fue una sonrisa y una expresión de verdadera felicidad por estar con ella a su pesar, Barbara también sonrió.

-Para remar, túmbate boca abajo en la tabla, con la proa justo encima de la superficie, usa los brazos como remos por los lados, así-se acostó en su tabla y empezó a remar-¿Ves?

my own rules.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora