ᴀ sᴋʏ ғᴜʟʟ ᴏғ sᴛᴀʀs [ᴇʟᴍᴀx] (ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ)

13. ¿Fin?

POV Max

-¡El desayuno está listo!- Grité desde la cocina esperando a todos.

El primero en bajar fue Steve seguido de Billy quien sobaba sus ojos y bostezaba.

En seguida bajaron mis madres tomadas de la mano y sonriendo.

Esperé unos minutos hasta que bajó Jane adormilada.

Sonreí al verlos.

Nos encontrábamos de vacaciones en una casa de playa, hace más de dos meses que me dieron de alta con mi nuevo y sano corazón.

Y mi alegría era extrema.

-¡Buenos días idiotas!- Dije viendo a Steve y Billy.- ¡Buenos días madres!- Observe a Robin y Nancy.- ¡Buenos días amor de mi vida!- Abracé a Jane.

Besó mi mejilla.

-Buenos días "señorita despertaré a todos temprano"- Reí.

-Hice el desayuno para ti y así me lo pagas.- Me indigné. Ella rió.

-Te amo.- Besó mis labios y se fue a sentar al comedor.

Los observé a todos con el ceño fruncido.

-¿Por qué no se han servido el desayuno?- Pregunté.

-Sirvelo tú.- Dijo Billy bostezando de nuevo.

-A sus ordenes, flojos.- Suspiré. Jane rió.

Les serví a todos su desayuno y me senté junto a Jane.

-¿Hoy saldremos a la playa?- Preguntó Robin.

-¿Para que tú y Max vean chicas en bikini? No gracias.- Respondió Nancy con cierto enojo.

-¡Yo no veo a chicas en bikini!- Me defendí.- A menos que sean Jane.- Sonreí imaginando miles de cosas que no debería.

Me llegó un zape. Miré a Jane quien mantenía el ceño fruncido y el semblante sonrojado.

-No seas así Nancy. Sabes que las Buckley son demasiado gobernadas para ver chicas en bikini.- Dijo Steve comiendo.

-Exacto. Además, a eso se supone que vinimos. ¡Vamos a ir a la playa y ya está, se ha dicho!- Anunció Billy.

-Bien.- Se rindió Nancy.

-Gracias.- Escuché a mi madre susurrar.

Sabía que algo andaba mal. No, mejor dicho, algo andaba raro.

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-¿Por qué quieres ir a la playa si no te gusta quemarte?- Le pregunté a Robin mientras ella buscaba algo en su maleta.

-Eh... tengo ganas de nadar solamente.- Respondió nerviosa.

-Haré como que te creo.- Rodé los ojos.- Y a todo esto. ¿Qué buscas?- Me acerqué a ella.

No me voy a ir hasta saber que le pasa.
Me paré a su lado y coloqué mis manos al borde de la maleta, busqué con la mirada algo que pareciera extraño. Pero nada.

-N-nada.- Contestó cerrando la maleta con fuerza.

Mis dedos quedaron aplastados por la tapa de la maleta.

Solté un grito.

-¡Lo siento!- Dijo para después levantar la tapa.

-¡Casi me cortas los dedos!- Me quejé sobando mis deditos.

¡Ay santa mierda como duele!

-No le digas a Nancy que te magullé los dedos. Ya no me da permiso de golpearte.- Hice un puchero.- Te diré lo que planeo solo si guardas el secreto.-