"Monsters"

Parte 9: Así fue como me aproveché

9-Así fue como me aproveché

**Sen**

--Flashback—

Apenas tengo ganas de salir de la cama hoy. Sé que este día será como otro más o incluso peor. No recibiré nada distinto a otros años, simplemente más rechazo. Una soledad...que me lleva al odio. Un odio que me lleva a la violencia y la violencia a la desesperación. Realmente sigo pensando que para qué estoy en este mundo. Sería tan fácil desaparecer...

-Buenos días, Sen-chan ¿te levantas ahora? El desayuno ya ha terminado- miro con indiferencia al director siempre que me mira con esa estúpida sonrisa en el rostro. ¿no se cansa de fingir que todo va bien?

-Parece que hoy tendrás suerte, tu monitor está fuera haciendo unos trámites. -

- ¿Zangetsu...no está? ¿qué trámites? -

-Mm...a saber. Posiblemente un traslado a corto plazo, ya que siempre me advirtió que no se quedaría aquí si le salía otro trabajo. –al oír eso noto como mi corazón se detiene momentáneamente y antes de reaccionar de una manera peor, golpeo la pared que está a mi lado sorprendiendo a Aizen.

-Vamos Sen...no me hagas encerrarte en tu cuarto, sé buen chico ¿vale? -

- ¡Que te den! – vuelvo furioso a mi cuarto con la intención de tirarme de nuevo en la cama hasta que veo una rata muerta sobre las sábanas. No tardo en escuchar las carcajadas de mis otros compañeros a mi espalda y aprieto los puños intentando contenerme.

- ¡Feliz cumpleaños, salvaje!!! ¿te gusta nuestro regalito? Propio para un Kuchiki pobretón como tú ¡¡ni siquiera tu familia se acuerda de tu cumpleaños! Baaakaaa, ¡das pena!!- ni siquiera dejo terminar la burla a uno de ellos cuando agarro la rata y se la meto en la boca dándole una patada en el estómago para que tosa atragantándose con ella. A otro que intenta ayudarle le hago una llave tirándole encima de mí al suelo y al último le acierto con un puñetazo en los huevos dejándole lloriqueando ipso-facto.

- ¿¿Qué más queréis cabrones?? ¡¡tenéis Sen para rato!!! ¡¡voy a celebrar esta mierda de día a mi modo!!! ¡¡os voy a reventar!!!-

- ¡Sujetadle fuerte!!!- dos monitores se me tiran encima para inmovilizarle y siento como un tercero me da una patada en las costillas para dejarme completamente quieto intentando recuperar el aire que me han arrebatado con el golpe. Sé que hasta ellos me tienen manía por todos los golpes y rabietas que se han tragado desde que estoy aquí, pero estoy seguro de que me han roto una costilla con esa patada vengativa...

Al cabo de unas horas de estar en mi cuarto, el dolor de mi costado empieza a hacerse realmente insoportable. Intento aguantar resoplando, pero esto no es suficiente. Necesito un analgésico, pero me han encerrado con llave para evitar salir. Maldición, duele...Zangetsu...

-Sí, llamo del centro de menores, es urgente. Necesito que venga el médico de guardia enseguida, es uno de los muchachos- cuando consigo abrir los ojos al oír esa penetrante voz, veo a Zangetsu sentado a mi lado en la cama con una de sus grandes manos sobre mi ardiente frente. Aún sigo echo un ovillo y por lo húmeda y olorosa que está la sábana, he debido vomitar inconscientemente.

-Zan...-

-Tranquilo, ya estoy aquí. El médico está de camino, intenta dormir- obedezco sin rechistarle dejándome llevar por el calor de su mano y tras ser revisado y vendado por el médico, me mantengo sentado en la cama mientras Zangetsu apura el cigarrillo de entre sus labios y suelta el aire lentamente haciéndome sonreír.

- ¿Te encuentras mejor? - le asiento moviendo la cabeza y veo como por un momento parece molesto. –Hablaré con el cabrón que te ha hecho esto. Tú estás bajo mi responsabilidad, tenía que estar aquí-