Capítulo 16

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Xiao Lang miro con desapego la gran estatua de un dragón hecho de oro y rubíes, cuando solicito ayuda a su tío Eriol debió recordar que cierto mago tenía una tendencias a las bromas, le había tomada todo un día de viaje en auto llegar a ese lugar, el sitio servía como un templo de monjes budistas que resguardaban desde hace cientos de años los secretos de las diferentes dinastías que existieron, era un lugar que parecía transportarte al pasado, no había nada tecnológico, los edificios eran hechos de barro y bambú  frisadas con una especie de cal blanca y techos de tejas rojas, pero si mirabas detenidamente la pared verías que tenía sellos mágicos dibujado en cada uno, al entrar al recinto fue como entrar a otro mundo, el ruido de un momento a otro cesó y luego se reanudó en una sinfonía suave que tenías que esforzarte por escuchar además sus sentido parecían a flor de piel de una manera extraña más no molesta.

El castaño tuvo que pasar por una ceremonia del té tradicional con el monje mayor del templo quien le dio una mirada y luego le indico que tomase asiento mientras preparaba un rico y aromático té que Xiao Lang jamás había probado, el monje espero a que terminada de beber el brebaje y después asintió con la cabeza de manera aprobatoria, luego procedió a guiarlo hacia una cámara en las profundidades del templo, Eriol miro como todo se desarrollaba ante sus ojos con una sonrisa que estaba poniendo nervioso a Xiao Lang, debió preocuparse más por esa condenada sonrisa,- pensó molesto y algo exasperado- Ahora se encontraba en un entrenamiento a puerta cerrada en la sala del Dragón, el no pretendía encerrarse, bueno, para ser franco si lo iba a hacer pero en la cámara de su familia no... ahí  ¿Qué demonios estaba pensando su tío? Xiao Lang dio un profundo respiro antes de caminar con determinación hacia el centro de la cámara en la que se hallaba.

El lugar en si era impresionante hecho de piedra fría de color turquesa oscuro  y suelos de jade blanco, distraídamente se preguntó quién gastaría tanto en una habitación de entrenamiento, pero desecho sus divagaciones al entra al sello mágico dibujado en el suelo de toda la cámara, en el centro de la habitación se encontrar la estatua que estaba causándole algunos dolores de cabeza- dio un largo y sufrido suspiro ante de pararse frente a la estatua- él tenía la vaga idea de que era lo que su tío esperaba de él, pero eso no quiere decir que este feliz con el engaño.

Es un honor, Tiānlóng*- susurro en voz suave, la estatua de oro cobro vida al instante y rugió tan fuerte que su aliento empujo hacia atrás al castaño quien uso magia para reforzar su cuerpo y así mantenerse firme- heme aquí ante ti en busca de experiencia y conocimiento, deseó me permitas probarme ante tí como digno de tal búsqueda- pidió con determinación y ojos encendido de un oro bruñido mientras daba una corta reverencia.

Pequeña cría de Byakko,- la voz resonó por toda la cámara, y con un gruñido bajo objeto: solo los dragones tienen permitido pedir mi guía. Así que os pregunto ¿Por qué estas ante mí?- pregunto impasible la estatua, Xiao Lang comprendió en ese momento que nadie se había molesta en decirle al guardia que la dinastía había muerto, bueno, eso ciertamente era un problema, parpadeo y miro por un fugaz momento la puerta que estaba a un costado sopesando sus posibilidades de escapar pero rápidamente desecho esos pensamientos, esto podría salir muy pero muy mal o tal vez no tanto, lo cierto era que cuando saliera de ahí dejaba de tener un tío, porque lo iba a tirar del primer acantilado que encontrase de camino a la mansión y había bastantes en esa montaña si recordaba bien.

Tiānlóng, ya no hay más dragones- dijo con cuidado, su voz sin emociones y una mirada dura mientras daba la noticia, su determinación no titubeo ante el rugido lleno de dolor e ira que dio el guardián- La dinastía Shailong cayó.- aseguro Xiao Lang con una certeza inquebrantable y entonces el aire se lleno de una tensión asfixiante, el dragón lo miro con sus ojos hechos de rubí encendidos con magia antigua muy poderosa que incluso podía saborear en el aire, por inverosímil que parezca la estatua lo miro fijamente y luego pareció sonreír con todo y dientes afilados, Xiao Lang no comprendía porque sintió un escalofríos recorrer todo su cuerpo pero aun así no retrocedió, las mandíbulas se abrieron y el dragón rugió en dirección al cielo antes de que su atención volviese a el, esta vez el dragón parecía estudiarlo como si viese a través de el y supiese todos y cada uno de sus secretos, eso fue inquietante en muchos aspectos.

monocromáticoWhere stories live. Discover now