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  El sol emergía de entre los árboles, los rayos del mismo incidían sobre la cara de los adultos en la habitación, que con el cansancio que tenían, habían quedado completamente dormidos sobre el sillón. Sus ojos se abrieron rápidamente al notar que el infante no se encontraba en ningún lado.

— Oliver, el bebé no está — se asustó la rubia.

— Es porque está conmigo — pronunció Diggle bajando por las escaleras. — Toqué varias veces, no contestaban así que entre y encontré a este pequeño despierto entre ustedes. — le sonríe al pequeño en sus brazos.

— Que susto nos dieron — admitió la chica, que tenía su mano derecha en su pecho.

— Deberían bañarse, están que dan pena — les dijo Diggle en tono burlón.

   Ambos fulminaron con la mirada a su compañero, pero tenían que admitir que llevaba razón, daban asco. Su aspecto demacrado, su ropa desarreglada y sin mencionar el cabello de la rubia, que estaba totalmente alborotado. Fue una noche dura.

  Ya frescos y con ropa limpia, aunque tuvieron un pequeño percase en la ducha, el bañarse juntos era un distracción para la pareja, más que bañarse, realizaban otro tipo de actividades.

— ¿Porqué cojeas? — inquirió Jhon al ver bajar a Flecha verde.

— Es una larga historia — respondió viendo a su chica, que su tez blanca, ahora estaba roja tomate.

— Hable con Laurel, a más tardar, mañana o pasado encontrarán a su familia. Servicios infantiles esta saturado de niños sin hogar o en espera. Así que Laurel le pido el favor a su contacto, de que no informara para que lo vinieran a buscar. — informó el morocho mientras le daba el biberon al pequeño.

   La pareja asintió ante el comunicado y se dispuso a preparar el almuerzo. Sin aviso, una ráfaga roja interrumpió el momento, dejándose ver como Flash.

— ¡Barry! — se aproximó Felicity a darle un abrazo.

— ¿Qué te trae por aquí, Barry? — pregunta el castaño, saldundolo.

— Vengo por el pequeño — pronunció el joven.

— ¿Al bebé? ¿Porqué? — preguntaba Diggle desconcertado.

— Este pequeñajo es hijo de una meta-humana buscada en nuestra cuidad. — informaba — Nos enteramos de lo ocurrido cuando la localizamos, este bebé es un Meta. — Finalizó.

— Tan pequeño que es — lo miraba la rubia — ¿Para que debes llevártelo?

— Caitlin le hará algunas pruebas no invasivas para determinar sus poderes y concluir si son un riesgo, tanto para él como para la gente — se expresaba el velocista.

— Iremos contigo — propuso el castaño a lo que Barry no se rehusó.

  El equipo Arrow emprendió viaje junto a Flash, para llegar a Central City. Debían de admitir que estaban preocupados por el pequeño, miedo a que sus poderes pudieran afectarlo de alguna manera o infligir algún riesgo en alguien. Era su responsabilidad desde que decidieron cuidarlo.

—Hola, Chicos — saludó Cisco animadamente al verlos entrar y a su lado estaba Caitlin, que también saludo animada.

—Así que este es el bebé — sonrió la bio-ingeniera. De inmediato el bebé le fue dado en brazos, para que fuera a realizarle los estudios. — Acabaré pronto, lo prometo. — aviso, yéndose de la sala.

  Horas después, la misma estaba muy entretenida jugando con el bebé, distrayendolo de lo que en verdad hacía, analizarlo. Confirmo lo que ya sabían, este mismo tenía poderes, pero aún no le habían sido desarrollados, concluyó que al cabo de los años y él fuera creciendo, le aparecerían. Esto mismo le informó a la pareja de Star City, que se vieron neutros con la noticia, entendiendo que para esos momentos, el pequeño no sería su responsabilidad.

—Chicos — pronuncio Cisco señalando al bebé en los brazos de Felicity, este mismo parecía ponerse rojo. Caitlin se apresuró hasta él y tomándolo.

— No está respirando — indicó, guiándose rápidamente al laboratorio. — Parece ser que esta teniendo un episodio de Asma. ¿No sabían que el Bebé era asmático? — le preguntó a la pareja, que negó rápidamente.

  La Dr. Snow, manejó la situación de manera tranquila y rápida, para no alterar al resto. Entre sus cosas médicas, tenía un inhalador ante cualquier complicación, esto le sirvió para calmar al infante y que volviera a respirar.

—Deberán estar atentos a partir de ahora, les daré el inhalador por si algo pasa. Iré cada mes a visitarlos y a controlar la manifestación de sus poderes —informaba Caitlin a la par de que sus manos se movían con cada palabra.

—Él estará con nosotros solo unos días. Te pasaremos la dirección nueva cuando encontremos a su familia — explicaba el castaño, que se encontraba detrás de su rubia favorita.

  Al cabo de unas horas, regresaron a Star City, a su dulce y tranquilo hogar, a lo que también notaron como el crimen realizó un paron después de aquella horrible masacre. Eso les venía beneficiosmente, ya que la pareja pasaría más tiempo junta y sobretodo... Estarán disfrutando de la presencia de su acompañante.

Pequeño ReclutaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon