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  Ahí estaba Oliver, frente a una chica que derramaba cientos de lágrimas y tenía ambas manos en su boca.

— Felicity, mi cielo. Mi sostén en este mundo, me enseñaste lo hermoso de la vida y eso eres tú. Espere ocho años para hacer esto, porque tenía miedo de perderte. Pero ahora, que nuestra vida está estable, quiero hacerlo. Quiero y deseo que seas mi esposa ¿Aceptas? — conmovió el castaño, arrodillado en la sala, rodeado de velas y una comida romántica celebrando su aniversario.

— Creí que nunca me lo pedirías, Te amo. — sonríe entre lágrimas de emoción, abrazando a Oliver y llenándolo de besos.

— Tomaré eso como un si — sonrió, prosiguiendo a besarla cariñosamente, demostrándole todo el amor que le tenía durante tantos años y por los que vendrán.

— ¿Luke cuando vuelve? — pregunta Felicity.

— Está en lo de John, se quedará hasta mañana — sonríe.

— En ese caso.. Haceme tuya, mi amor — carcajea la chica, besando apasionadamente a su futuro esposo.

  Mientras tanto en la casa de Diggle, el pequeño Luke y John Jr se divertían en la sala del mismo, con sus figuras de acción y mucha imaginación.

— Te derrotaré, Luke — advertía el chico.

— No si yo lo hago antes — sonrió maliciosamente el hijo de Flecha. — Solo debo dejar que presentes a tu mayor luchador. — pensó en sus adentros.

— Jamás lo presentaré — anuncio sin mirarlo, los ojos de Luke se abrieron de par en par.

— ¿Cómo es que...?— dejó la pregunta en el aire, estaba asustado, necesitaba ayuda. — ¡Tío John! — llamó preocupado.

— ¿Qué ocurre, Luke? — acudió el morocho.

— Llama a la Tía Cait, algo pasa conmigo — lloriqueaba el chico, una cosa era agudizar su oído, pero otra era que escucharan sus pensamientos.

  Unas horas después, la castaña tocaba la puerta de la casa de Diggle, estaban todos igual de preocupados. El pequeño no había dicho ni una sola palabra, y no iba a hacer hasta que Caitlin llegará.

—¿Seguro que no quieres que llamemos a tus padres? — Pregunto Lyla que se encontraba junto a su hijo.

— Muy seguro —contestó, mientras John se dirigía a la puerta.

— Aquí estoy ¿Qué ocurre? — hablo la castaña.

— Tía Cait — se aproximó Luke — Está pasando algo raro conmigo — anuncio.

— ¿Qué tipo de cosas raras? — se adentro la chica, sentándose en el sillón más próximo.

— John Jr. Pudo escuchar lo que pienso ¿Eso puede pasar? — pregunta preocupado, a todos siempre les sorprendía la madurez que este pequeño de nueve años tenía, pero viniendo de quienes lo criaron, era de esperarse.

— ¿Tienes algún síntoma más? — esta vez fue John el que hablo.

— Puedo escuchar lo que mamá y papá hablan desde el piso de abajo — susurro, estaba avergonzado por lo que ocurría.

— Tranquilo, Luke. Todo estará bien. Pero tenemos que llamar a tus padres ¿de acuerdo? — hablo tiernamente la castaña, que apenas Luke asintió, agarro su móvil.

  El silencio invadía la casa Queen, Oliver y Felicity estaban abrazados en su dormitorio, las sábanas era lo único que cubría sus cuerpos desnudos, sin dudarlo uno de los mejores aniversarios que pudieron tener.

Pequeño ReclutaWhere stories live. Discover now