Epilogo

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Wow, llegamos al día 30. Cosa muy loca si me lo permiten decir... Octubre ni se ha sentido, y aquí en Chile, todo es un gran caos así que más rapido se ha dado todo.

Así como este fic, que hoy estamos poniendole el «Estado: Completo»

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Revisado: princessqueen

Palabras: 1825

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C'est la vie

Epilogo

.—...—...—...—...—.

Marinette observó las rejas de la mansión Agreste con cierta penumbra, pues no sabía bien con qué panorama se iba a encontrar en cuanto la atravesara. Apretó los puños y cerró los ojos para tomar valor de tocar el timbre.

Las rejas no tardaron en abrirse, como si la estuvieran esperando y avanzó con un poco de miedo, aferrándose a la carterita donde se ocultaba Tikki para darse confianza. Nathalie apareció en la puerta para hacerle una corta reverencia.

—Me alegra que haya podido venir, Marinette —le indicó el interior de la mansión para que ingresara—. El señor Agreste está esperándola en su despacho.

—Gracias —respondió, con un leve movimiento de su cabeza, siguiendo el camino que ya conocía hacia la oficina del diseñador. Siendo sincera, no quería estar ahí, ni siquiera quería verlo, pero tenía miedo por Adrien que incluso, le había prohibido juntarse con su padre. Tuvo que aprovechar que el rubio estaba en su clase de esgrima, para acercarse hasta el lugar.

Tocó la puerta y esperó. Pronto, recibió el pase para ingresar, invocando a su Ladybug interna para endurecer sus facciones y no dejarse amedrentar por aquel personaje.

—Buenas tardes —saludó.

—Buenas tardes —el diseñador regresó el saludo, observándola fijamente—. ¿Ha venido usted sola?

—Sí, porque si su hijo hubiera sabido que venía, hubiera faltado a su clase de esgrima, con tal de que yo no estuviera aquí —informó, haciendo que los ojos azules de Gabriel se turbaran un poco.

—Supongo que costará volver todo a la normalidad —se lamentó, indicándole uno de los sillones blancos del despacho y tomando asiento en el de enfrente.

—Como le dije a la señorita Nathalie, yo no voy a poner obstáculos entre ustedes, pero es Adrien el que aún está enojado.

—Comprendo —ante el silencio que se generó entre ambos, Marinette suspiró, mirando al hombre que alguna vez, habia admirado tanto.

—¿Qué necesita de mí?

—Sé que no es estoy en posición de pedirle nada, pero me gustaría que me ayudara en algo.

—Si es sobre Adrien, solo dígamelo.

—Saldré de viaje —le informó, bajando la mirada—. El guardián de los Miraculous, Nathalie y yo, iremos al Tíbet, a buscar una solución para Emilie y también para Nathalie.

—Entiendo...

—No sé cuanto tiempo nos tome, pero quería dejarle dicho a Adrien que no queda desamparado, que aquí es su casa y puede volver cuando guste. Su guardaespaldas se quedará aquí —elevó la mirada hasta uno de los cuadros de su hijo en la pared—. Realmente no quiero que desperdicie su vida por ir en contra mía, Ha hecho siempre lo que yo he querido y tengo miedo de que ahora, que va a tener la libertad de hacer lo que quiera sin mi supervisión o la de Nathalie, eché todo a perder. Suele ser extremista en algunas decisiones, sobre todo si está enojado.

C'est La Vie [Parte 1]Where stories live. Discover now