INVASIÓN: LOS NUEVOS DIOSES (HISTORIA 4)

CAPITULO 22: EN LO ALTO DEL CIELO

Siempre todo lo que sube tiene que bajar tarde o temprano, todo lo oculto sale a la luz, y todos los horrores que alguna vez las civilizaciones creyeron imposibles se materializan en frente de los ojos de millones. Las catástrofes no siempre terminan en tragedia, y las tragedias no siempre son dolorosas o difíciles de superar. Luna custodiaba la noche aquella ocasión en la que casi todos dormían para continuar un largo viaje. Como siempre, Tempest Shadow no dormía hasta que estuviera segura de que no había ningún peligro en los alrededores. Las palabras de la perversa Diosa resonaban dentro de su cabeza como un eco tortuoso el cual no se callaría hasta verla sumida en la locura más absoluta. Pero Tempest era fuerte y se doblegaría ante las palabras de una deidad oscura y maligna.

-¿Ahora en que piensas Tempest?- le pregunto Luna mirando fijamente al cielo.

-En toda la situación en la que estamos sumergidos. Se me hace casi tragicómico que estos seres hubieran llegado 10 años después de la guerra que tuvieron contra las hordas del norte.

-¿Como sabes eso Tempest?

-Leí los reportes en la biblioteca pública de Deva, y por lo que tengo entendido, las tierras equestrianas quedaron inhabitables. Si tenemos en cuenta este dato, entonces, ¿porque razón las naves enemigas no se han movido de la ciudadela de Deva?

-Tal vez porque están asentando una base militar allí.

-No, no me convence, si eso se trata en realidad de una base militar enemiga, entonces su inteligencia geográfica deja mucho que desear debido a que Cemist Grove queda a 5000 km de distancia, a pesar de su avanzada tecnología, debido a la distancia, los soldados de la ciudad del vapor tendrían tiempo suficiente para contraatacar. Y en la hipotética situación de que eso sucediese, las fuerzas de Deva también tendrían tiempo suficiente para reorganizarse y atacar a las tropas enemigas.

-Vaya, me convenciste con tu teoría, pero, entonces ¿que pretenden hacer en la ciudadela de Deva?

-Tal vez es un campamento de inteligencia enemiga, no necesariamente una base militar, si no un lugar donde las naves o las tropas espías hagan reconocimiento de campo del planeta entero

-Entonces, si lo que dices es cierto, ¿que tanto tiempo crees que pasara antes de que nos topemos con alguna de sus naves de reconocimiento geográfico?

Tempest quedo pensativa buscando la respuesta correcta para una pregunta que planteaba millones de posibilidades en una realidad tan frágil como extraña. Miro a la luna, al astro que controlaba su amiga, y entonces respondió con una voz serena.

-No nos quedara mucho, no solo antes de que nos topemos con una nave de reconocimiento, sino también antes de que este planeta siga flotando en el espacio. Bharwan es un una entidad decidida, y no se detendrá hasta ver este mundo reducido a escombros.

                                                                    (...)

Aquella noche pudo hablar con ella, supo que se trataba de ella en el instante en el que se contemplo a si misma flotando en una gran laguna de un liquido negro.

Tempest pudo dormir con tranquilidad durante un par de horas, sin embargo, las visiones de su horrible pasado volvieron a atormentarla, esta vez con mucha mas violencia y crudeza que las ocasiones pasadas. Se vio a si misma en aquel campo fértil en llamas, con todos sus antiguos lacayos dentro del fuego ardiente que lo consumía todo, los gritos retumbaron como ecos dentro de todo el lugar, perturbando la mente de Tempest desde sus adentros, provocando que leves lagrimas escurrieran de sus mejillas.

-"¡¡Ayúdanos, ayúdanos por favor, no nos dejes morir!!""

-"¡¿Porque nos hiciste esto Tempest? ¿porque nos dejaste morir? ¡¡Porqueeeeeee!!"