CAPITULO 38: REDENCIÓN

24 2 1
                                    

Shinning Armor y su familia llegaron a Redwood poco antes de lo previsto. Las aeronaves de Redwood custodiaron los barcos repletos de supervivientes mientras las tropas avanzaban hacia las colinas humeantes donde los Marauders hacían trizas a los ejércitos aliados.

La nación de Redwood perdió mas de quinientos mil soldados en menos de una semana gracias a una nueva amenaza que se cernía sobre las desoladas tierras de Occidente. Los soldados supervivientes a los ataques de los Marauders reportaban la presencia de bestias enormes similares a insectos los cuales arrasaban con todo a su paso, incluyendo a los invasores de metal. Los llamados "Arácnidos" ahora eran una fuerza temida por las tropas de Redwood y les demandaron a sus superiores que construyeran mejor armamento y protección contra estas bestias insectoides.

 Los llamados "Arácnidos" ahora eran una fuerza temida por las tropas de Redwood y les demandaron a sus superiores que construyeran mejor armamento y protección contra estas bestias insectoides

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Varios soldados veteranos de Redwood y de Deva quedaron traumatizados luego de que los Arácnidos descuartizaran a algunos de sus pelotones frente a sus ojos en pleno campo de batalla. "No le temen a la muerte, masacran a todo ser viviente que este a su paso. No hay forma de detenerlos" anunciaban los generales sumamente preocupados por las grandes perdidas de soldados que se daban cada día.

Con el paso de las semanas. En tiempo récord, los ingenieros de Redwood les brindaron a todas las tropas efectivas y letales armaduras de combate para los enfrentamientos contra los Arácnidos.

 En tiempo récord, los ingenieros de Redwood les brindaron a todas las tropas efectivas y letales armaduras de combate para los enfrentamientos contra los Arácnidos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El futuro del mundo era incierto.

                                                                            (...)

El sonido de las sirenas de evacuación de las ciudades lejanas llenaba de terror a Celestia junto con los gritos de innumerables e inocentes ponis que eran masacrados por los Invasores. También le aterraban las sirenas que emitían las gigantescas maquinas Invasoras conocidas como Colosos. Su sirena de ataque era simplemente el grito de la muerte para todos los soldados (tanto de Deva como de Redwood) que estaban en el campo de batalla. Inevitablemente se culpaba de todo lo que acontecía en el mundo.

Nunca midió la magnitud de las consecuencias de su trato con los Primigenios. La Guerra contra las Hordas (donde ella había muerto) no era nada comparado con el conflicto bélico que se desataba durante aquellos oscuros meses. 

INVASIÓN: LOS NUEVOS DIOSES (HISTORIA 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora