Hambre de Poder y Calabazas

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Cap. 21

Sentada en la mesa, Hermione repasaba una y otra vez lo que haría llegando de ese espantoso viaje. Recargo su cabeza en el escritorio con sus abrazos como almohada, se suponía que pensar en su trabajo la ayudaría a despejar su mente como siempre lo hacía. Tal vez debía cambiar de estratégia.

Estaba en el pequeño escritorio de Harry frente a su computadora, no hablaban desde la cena y si era honesta no quería hablar con él hasta Navidad. Sabía que James Potter la odiaría pero jamás pensó que fuera tan cruel al hablar de sus padres y abuelo muertos, sin un ápice de delicadeza. Su prometido se encontraba en el baño de la habitación fingiendo cambiarse para tener una excusa y no verla. Para no enfrentar lo que había provocado.

Estaba molesta con él, y no quería perdonarlo. Le había prometido protegerla y no lo había hecho, en el pasado eso habría sido suficiente razón para alejarse de él.

- Hola - fue su saludo después de un largo rato en el baño, su cabello estaba húmedo y pocas gotas de agua resbalaban por su cuello - , tenemos que hablar.

- No - no era una simple negación, para ella antes era sencillo decirle esa pequeña palabra a las personas y que la dejarán en paz. Pero una parte de ella quería que Harry se disculpase por alguna razón que se diera cuánta se su traición - . No hay nada que hablar. Tu padre y abuela han dejado clara su postura con sus palabras. Al igual que tú, con tu silencio.

- Lo siento - fue lo único que pudo decir, pero sabía que esas palabras nunca serían suficientes - . Sé que te prometí que te defendería pero mi padre...

- No, tu padre no tiene la culpa de que tú no puedas enfrentarte a él - sus ojos empezaron a picarle, no quería llorar por esa situación, no quería llorar por él - , eres un cobarde. ¿Cuántas veces yo te defendí de Minerva?

No respondió, trató de tomar su mano sobre el escritorio pero ella se lo impidió. Levantándose rápidamente volcando la silla a su paso, no le importó

- Si tan solo me hubieras dicho que no podrías cumplir tu maldita promesa - lo apunto con su dedo contra el pecho de Harry, trataba de parecer más alta que él aunque la diferencia era poca - , yo habría estado preparada para defenderme sola, sin esperar que un estúpido caballero me salvará - respiro profundo - . Deja de finjir que eres un santo, lo creí al principio, todos lo hicimos. La historia trágica de como tu esposa murió no es más que un acto.

- Al igual que todo ésto - abrió sus brazos señalando todo a su alrededor pero en especial a ella - . Lo nuestro es un acto, por si no te haz dado cuenta. No estamos comprometidos, no sentimos amor el uno por el otro, y si soy honesto ni siquiera sé si somos amigos.

Hermione rodeó el escritorio para llegar a el baño, no deseaba discutir. Nunca lo habían hecho, siempre lo podían arreglar con un chiste a broma para calmar los humos. Sintió como una lágrima quería escapar de su ojos, movió su cabeza hacia atrás para evitar que se desbordara.

- Tienes razón - dió la vuelta encarandolo - . No somos nada, por lo tanto no tendremos que dormir en la misma cama.

- ¿Estás loca? - él no era así, solo quería descargar su ira contra alguien, tenía que detenerse por su bien y por el de ella. - ¿Cómo demonios piensas que mi familia creerá que somos pareja si dormimos en diferentes habitaciones?

- Hace unas horas decías que eso era mal visto - cerró la puerta con fuerza recargandose en está. Suspiró y dejo caer las lágrimas que había estado conteniendo - . ¿Es otra de las cosas sobre las que has cambiado de opinión en la cena?

- Hermione, abre - ordenó, caminó en círculos escuchando los leves sollozos de su prometida tras la puerta - . Por favor, abre la puerta.

Se quedó en silenció dándose cuenta que ella no saldría de ahí hasta que él se fuera.

No Era Parte Del ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora