El inexplicable viaje de Gumball y Darwin

Surgen los problemas

-Darwin: Y... ¿Sabes cómo regresar a Elmore?

-Gumball: No, no tengo la menor id...

En un instante apareció la mariposa que les dio un mapa, el cual tenía el camino que debían seguir para regresar a su mundo. Pero antes de emprender su aventura, la mariposa les dijo: «Apresuráis, no hay tiempo que perder, ya que si no llegáis a la cima de la Montaña de la transformación antes del 2º amanecer, se quedarán en su forma actual para siempre, y Gumball y Darwin Watterson jamás habrán existido, ni en este, ni en ningún otro mundo.» Se quedaron perplejos, primero por escuchar hablar a la mariposa, y segundo por la consecuencia que sucedería si no llegaban a tiempo a la cima de esa montaña. En un abrir y cerrar de ojos la mariposa había desaparecido repentinamente tal y como apareció.

Con un nudo en la garganta y muchas preguntas, fueron a la ciudad a buscar indicaciones para llegar al primer sitio de su travesía: Las cataratas de los 1000 llantos. Al llegar a la ciudad se sorprendieron al observar que no había carros voladores, hologramas, teletransportaciones, entre otras cosas increíbles que ya pensaban que para el 3715 ya existirían.

Llegaron a una tienda de ropa, y ahí encontraron a un chico probando los artículos, que parecía ser bastante inteligente por los lentes que utilizaba. Se acercaron a donde el chico y le preguntaron:

-Gumball: Humm Humm. Oye...

-Chico: Mmm. Vaya me hicieron asustar. Bueno hemm ¿Qué desean?

-Gumball: Queríamos saber si nos podrías ayudar a llegar a Las cataratas de los 1000 llantos.

-Chico: Ehhhh

-Gumball: Hola. Oye. Chico. Hey.

-Chico: Y... ¿Cómo para qué quieren ir allá?

-Gumball: Pues verás, en realidad nosotros no... Huy.

Darwin jaló a Gumball del brazo y le dijo al oído en voz baja.

-Darwin: No lo conocemos, no sabemos si puede tener alguna sucia intención.

-Gumball: Ya Darwin, estoy seguro de que todo estará bien.

Gumball después de decir eso, se volteó y notó que el chico ya no estaba... y el mapa tampoco. Darwin alcanzó a divisar al chico corriendo por la plaza con el mapa en mano.

-Darwin: Hay que hacer algo.

-Gumball: Llamar al presidente de los Estados Unidos de América.

-Darwin: No, hay que...

-Gumball: Llamar a los padres del presidente de los Estados Unidos de América.

-Darwin: No, hay que perseguirlo.

-Gumball: Y luego llamar a los abuelos del presidente de los Estados Unidos de Américayyyy.

Darwin salió corriendo agarrando a Gumball del brazo, y cuando el chico dobló la esquina, pensaron que su regreso a su mundo estaba perdido.