El inexplicable viaje de Gumball y Darwin

Descubren el secreto

-Gumball: Amigo, que suerte que estás aquí, déjanos pasar para regresar a nuestro mundo.

-Darwin: Sí, mi amigo mariposa vino a salvarnos, ya podremos regresar.

-Mariposa: NO, no los voy a dejar regresar.

-Darwin: ¡¿Por qué?!

-Mariposa: Porque yo voy a regresar a Elmore para cobrar mi venganza contra Simian, que me mantuvo encerrado durante años, y ustedes se quedarán aquí, para que no interfieran en mis planes y Gumball y Darwin Watterson... Jamás habrán existido. JA! JA! JA!

-Gumball: No, no puedes hacernos esto.

-Mariposa: Oh sí, si puedo, porque nadie puede impedirlo.

-Gumball: Sí, yo lo haré.

-Darwin: Yo también lo haré.

-Hernán: Yo también, por estos buenos amigos que tengo.

Gumball, Darwin y Hernán se lanzaron al ataque. La mariposa entró en su robot, y empezó la batalla. Gumball le cerró la visión y Darwin y Hernán lo tumbaron agarrándole las piernas. Cayó rápidamente, y cuando parecía que ya estaban a punto de ganar, el robot golpeó a Gumball en el cuello, noqueándolo, y entonces se levantó y tiró a Darwin y a Hernán. El robot se rió en sus caras, y Hernán viendo a los únicos amigos que había tenido medio muertos, se enfureció tanto que se abalanzó contra el robot, lo tumbó, y este por más que le trataba de golpear, Hernán gracias a su estatura, lograba esquivar cada uno de los golpes. De pronto Hernán, golpeó al robot en sus sistemas centrales, y comenzaron a fallar los comandos. Hasta que de un momento a otro el robot con la mariposa explotaron, y, Hernán por más exhausto que estaba, camino hasta donde sus amigos y vio que se estaban convirtiendo en humanos, completamente humanos. Entonces, Hernán con las pocas fuerzas que le quedaban llevó a Gumball y a Darwin al portal, antes de que se convirtieran en humanos y se queden así para siempre.