El chico milagro

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Milagrosamente apareció otro chico más pequeño, que parecía de unos 5 o 6 años, con el mapa en la mano y se lo entregó a Darwin, el cual le agradeció y le preguntó:

-Darwin: Gracias amigo ¿Cómo te llamas?

El chiquillo le dijo que se llamaba Hernán, tenía 6 años. Le gustaban los perros, nació el 4 de junio de 3709, tenía el cabello café, aunque le hubiera gustado tenerlo rubio, tenía ojos azules, su color favorito era el verde, no era tan grande para su edad, y era por eso que le decían la pulga a donde quiera que vaya.

-Hernán: Y ¿Cuáles son sus nombres?

-Darwin: Bueno amiguito, mi nombre es Darwin y él es mi hermano, Gumball Watterson.

-Hernán: Un gusto Darwin y Gumball Watterson. ¿En qué puedo ayudarles?

-Gumball: Queríamos saber cómo llegar a Las cataratas de los 1000 llantos. ¿Tú sabes?

-Hernán: Claro. Mira primero deben cruzar la plaza hasta llegar al puesto de sombreros, ahí deben girar a la derecha y seguir largo hasta el sitio de unos...

-Gumball: Sabes que, sabes que, sabes que, sería mejor si nos acompañas y nos guías

-Darwin: Sí tiene razón. No nos acordaremos nada de lo que dijiste.

-Hernán: No, no, no, mejor se las escribo. Es que ir allá me da cosa, porque no me gustan los sonidos que hay por ahí. Pero pensándolo bien... ¿Para qué quieren ir allá?

-Gumball: Pues verás, en realidad nosotros no somos de aquí, ni siquiera somos así como nos ves ahorita. Somos de Elmore, una ciudad de otro mundo, y debemos llegar a la cima de la Montaña de la transformación, para regresar.

-Darwin: Es cierto lo que dice, no miente. Es la verdad.

Darwin le muestra el mapa a Hernán y él les dice:

-Hernán: Pero... para que van a seguir este camino tan largo; el camino más corto es por La playa de las sirenas. Hay que ir a Nocey Island, ya que ahí nos darán la clave para entrar y salir de La playa de las sirenas.

-Gumball: Bueno, y ¿Qué estamos esperando?

-Darwin: Hernán, te quiero hacer una última pregunta ¿Tus padres te dejan irte de tu casa y luego regresar a cualquier hora?

-Hernán: Esa es la cosa, que mis padres me perdieron un día y los estaba buscando, y cuando los encuentre volveremos a ser la familia unida que éramos antes de que me extraviara en la feria.

-Gumball: Lo siento mucho, pero apresurémonos y tal vez puedas encontrar a tus padres en esta aventura.

Hernán dijo "Vamos" y salieron directo hacia el puerto, en donde cogerían el barco que los llevaría a Nocey Island. Al llegar a la isla sorprendentemente todo estaba vacío, así que los atendieron de inmediato.

El inexplicable viaje de Gumball y DarwinNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ