Joaquín.Las tres de la mañana y yo me encontraba observándolo. Dormido a mi lado, respirando y durmiendo tranquilamente.
Acariciaba su cabello y depositaba pequeños besitos en su rostro.
"Te amo."
Emilio me había dicho te amo y más feliz no podía estar.
Tenía una hora así. Solo viéndolo dormir y preguntándome cómo rayos habíamos terminado así. Tan enamorados.
Noté que Emilio comenzó a moverse y a susurrar.
-No, no, por favor. -habló.
Lo observé asustado.
-¡Joaquín no! ¡JOAQUÍN NO ME DEJES! -comenzó a gritar.
-Hey hey, amor. Amor aquí estoy. -comencé a sacudirlo.
Emilio abrió los ojos de golpe y me miró asustado. Observó con cuidado el lugar en donde estaba y cuando nuestros ojos se encontraron, me abrazó.
-Shh, ya bebé. Todo está bien. -dije calmándolo.
Me abrazó por unos minutos y cuando se sintió tranquilo, se separó de mí. Me miró fijamente a los ojos.
-¿Todo está mejor? -pregunté.
Emilio asintió y sonrió.
-Te amo. -dijo.
Mi corazón comenzó a latir.
-Yo tam...
-Te amo. -volvió a decir- Amo que estés conmigo. Amo que me hagas sentir especial. Amo que seas tú el que traiga calma a mi vida. -dijo dulcemente.
Sentí como mis mejillas se sonrojaban.
-Y además así sonrojado te ves hermoso. -dijo.
Solté una risita y tomé su mano.
-Tú eres hermoso. -dije.
-No, tú lo eres. -dijo.
-¿Los dos? -pregunté.
-Bien. Los dos. -afirmó.
Me observó unos segundos y habló.
-Joaco... ¿estabas despierto hace un rato? -preguntó.
Mis mejillas se sonrojaron y asentí.
-¿No podías dormir? -preguntó.
Negué.
-Estaba muy ocupado viendo lo bonito que es mi novio. -dije.
Provoqué un ligero sonrojo en sus mejillas y se acercó un poco a mí.
-¿Te... molesta si te abrazo? -preguntó.
Ay mi amor. No puedes ser más hermoso.
-Claro que no, Emilio. -dije.
Emilio.
Me estaba enfrentando a algo bastante grande.
Quería a Joaquín y sentía un amor cada vez más grande por él pero era tanto mi miedo el demostrárselo. No sabía que hacer o si ser bastante cursi estaba mal. Pero lo que si sabía es que lo quería a mi lado siempre.
Le pedí si podía abrazarlo porque realmente lo quería. En muchas ocasiones era el, el que me llenaba de mimos y me hacía sentir especial, pero ahora quería ser yo el que pudiera hacerlo sentir bien y amado.
Con cuidado se fue acercando a mí y cuando lo tuve entre mis brazos, solté una risita.
-¿De qué te ríes? -preguntó curioso.
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El niño de la sonrisa bonita. | Emiliaco.
Fanfiction-¡Por favor no sé lo lleve! -grité con todas mis fuerzas al ver cómo el papá de Emilio se lo llevaba a su coche. -¡Es mi mejor amigo! -volví a gritar sintiendo como las lágrimas resbalaban por mis mejillas. Sólo recibí silencio de parte de Juan y u...