35. Siendo uno.

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Maratón 3/3

Nota: Poner play a la canción en el momento en que se indique.

Lean la nota al final.❤️

Narrador.

Los días habían pasado rápidamente.

Emilio seguía sin hablar o tener algún tipo de contacto con su madre. Pues le dolía recordar cómo una vez más, no lo había defendido.

Joaquín se encontraba emocionado por el fin de semana que compartiría con su novio.

Aunque a la vez se sentía un poco preocupado por cualquier cosa que pudiera suceder entre ellos.

Trató de alejar cualquier pensamiento negativo o cualquier pensamiento que ocasionará nervios o preocupación de su parte, y solo se encargó de tener pensamientos positivos.

Joaquín le había hablado a sus padres para agradecerles el presente que la tía Gris le había dado de su parte. El obsequio que le habían mandado sus padres era una cantidad grande de dinero para cualquier cosa que necesitara.

Como por ejemplo algunas "protecciones" para ese gran fin de semana.

[...]

Por fin era Viernes.

El día del viaje había llegado.

La suerte estaba de lado de Emilio ya que a Juan se le había presentado un viaje de trabajo ese fin de semana.

Emilio tenía sus cosas listas y a las siete de la mañana, Joaquín llamó.

—¿Hola? —dijo Emilio.

—Hola precioso. —dijo Joaquín.

—Hola, mi amor. —dijo Emilio sonriendo.

—¿Ya estás listo? —preguntó—Estoy subiendo mi maleta al auto.

—Si. Ya voy. —dijo Emilio.

—Muy bien. Te espero.

[...]

Emilio.

Bajé las escaleras con mi maleta lista y cuando llegué a la sala, mamá me miró confundida.

—¿A dónde vas, mi amor? —preguntó.

Rodé los ojos al escucharla. Pero tenía que ser amable. Pues de eso dependía si me iría o no con Joaquín.

—Voy a salir con Joaquín. —dije— Vamos a un pequeño viaje. —dije tranquilamente.

Mamá me miró con una sonrisa.

—No sabía que ya se hablaban. —dijo.

—Si bueno, no sabes muchas cosas de mí. —susurré.

Mamá me miró confundida y un poco herida. Pues a pesar de que había susurrado, había logrado escucharme.

—No sé muchas cosas de tu vida porque aún no me lo permites, hijo.

La miré molesto.

—Te has encargado de pisotear la confianza que te he dado. —dije.

Mamá bajó la mirada. Sabía que le estaba doliendo cada una de mis palabras. Pero sentía que cada una de las cosas que le decía, eran verdad.

Realmente había tratado. Había tratado de darle mi confianza, de hacer crecer el lazo que nos unía, de ser más unido a ella como lo era desde pequeño.

El niño de la sonrisa bonita. | Emiliaco.Where stories live. Discover now