Abrí los ojos y lo primero que vi fue el techo de mi habitación.
¿Qué fue eso?
Me senté en mi cama con una extraña sensación que venia de mi pecho. Jamás había tenido esa clase de sueños que dejan sensaciones como esta. Sentía tristeza y desesperación, anhelaba algo al mismo tiempo, sentía una desesperación un tanto tan insoportable de estar en ese lugar, sentía miedo de lo que dijo ese hombre sobre la salud de la señora Ee.
Hubiera pasado todo por alto si no fuera por la casa, era esta, era la fachada de esta casa, pero, aun así siendo la misma fachada, había algo que no me dejaba decir por completo que eran las mismas en su totalidad.
Simplemente es mi imaginación.
El cerebro te hace ver cosas tan extrañas algunas veces, pero, fue solo un sueño. Terminé de dejar el tema de lado y bajé de mi cama para ir al baño por una ducha.
Bajé las escaleras y me di cuenta de que la puerta de la entrada estaba abierta y había un auto afuera.
—Buenos días -saludó Cuervo con una gran sonrisa en cuanto me vio
—Buenos días -respondí -¿Quién llegó? -me refería al auto extraño
—Solo es el señor Jeon
—¿A qué ha venido?
—A quedarse
—¿Se va a quedar?
Creo que mi cara de disgusto no era nada disimulada y él fácilmente la pudo notar.
—¿Te molesta?
—No, no -relajé mis facciones -está bien, pero ¿Por qué se quedará?
—El señor Chan Sik lo mandó aquí para que vigilara todo lo relacionado con la restauración de la casa en general
Ciertamente, y a pesar de mi disgusto, me daba curiosidad ver cómo había cambiado aquel niño fastidioso, las personas cambian mucho con el paso de los años y seguramente él era un hombre horrible ahora.
—¿Desea desayunar? -preguntó al final
—Sí, a eso iba ahora
—Vamos, Alexa ya puso los cubiertos en el comedor
—Gracias
Ambos caminamos por el pasillo hasta el comedor y después él se fue a hacer su trabajo.
Después del desayuno, pensé que ir a mi nueva área de trabajo sería buena idea, necesitaba revisar todas las cosas que había pedido para poder comenzar a trabajar y pedir lo que me faltara. A pesar de estar en la casa del mejor amigo de mi padre, no quería decir que tenia el beneficio de no hacer nada y no cumplir en tiempo y forma con las cosas.
Salí del comedor para ir a mi oficina, pero en mi camino, me crucé con alguien.
—Oye, tu -a pesar de las palabras, el tono era bastante amable en un modo extraño -¿Puedes traerme un café americano frío? Por favor
Me di la vuelta para ver al tipo alto, con cuerpo deportivo, vestido con un traje negro, sin corbata y con unos ojos atentos al celular.
—No trabajo aquí de ese modo, lo siento
Mis palabras lo hicieron levantar la cabeza para mirarme. Era bastante guapo.
—Trabajas aquí ¿No?
—Sí
—¿Entonces por qué no puedes traerme lo que te pedí?
—No soy una mucama
—¿Entonces? -me miró con sospecha
—Soy la restauradora
Cuando dije eso, una sonrisa apareció en sus labios, pero no era una sonrisa amable o linda, sino una malévola y que daba bastante miedo.
—Charlotte Laville
Mierda.
—Jungkook
Este hombre apuesto delante de mí era el chico que me odiaba sin que yo supiera la razón y aunque por dentro quería regresar su mal saludo, quiera o no, es mi jefe y no puedo hacerlo, así que solo mantuve una expresión neutra.
—Tiempo sin vernos -dijo
—Lo sé, no pude reconocerte a la primera
—No puedo decir lo mismo de ti -sonrió burlón
No quería discutir, sería algo cansado y ahora mismo estaba a punto de comenzar mi trabajo, necesitaba arreglar bastantes cosas aún como para quedarme a discutir tonterías con él.
—Si encuentro a Alexa, le diré que te traiga tu café -me di la vuelta para continuar con mi camino
—Que mi padre te haya contratado, no quiere decir que puedes holgazanear ¿Entiendes?
—Sí, entiendo, de todos modos, no pensaba hacerlo
—Eres más aburrida de lo que recordaba
Me di la vuelta para mirarlo.
—Y tu sigues siendo tan infantil como lo recuerdo... buen día, Jungkook
A pesar de eso, sonrió divertido, como si mi respuesta hubiera sido el efecto que él estaba buscando, que me molestara y le contestara.
—Me gustaría saber una cosa -di un paso a él -¿Por qué me odias? Que yo lo recuerde, la primera vez que nos vimos, fui amable contigo
—Mmm -metió las manos a las bolsas de su pantalón y miró al techo -no lo sé -me miró -tienes esa clase de rostro que molestaría a cualquiera ¿No te lo han dicho? Molestas simplemente con verte
—Increíble -susurré

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Vals de Máscaras (JeonJungKook)
Teen FictionCharlotte Laville, una chica que no necesita trabajar, la fortuna que sus padres han conseguido con la empresa de la familia es más que suficiente para mantenerla a ella y a otras 3 generaciones más. Joyería y accesorios Laville. Pero ella no quiere...