Capítulo 8

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Tanya colocó con cuidado a la pequeña bola de pelo sobre una camilla, su corazón fue llenándose de ternura por esos pequeños gruñidos agudos que emitía. Los cachorros de cambiante eran asombrosos, este debía de haber completado su primera transformación hace un par de meses. Pero le preocupaba que se quejara tanto.

—Se sienten inseguros cuando no están cerca de sus familiares de sangre —Gala habló detrás de ella, su tono demasiado serio—. Son puro instinto, ambas mentes tardan años en separarse, por ahora se mantienen fusionadas hasta que aparezca su consciencia.

Gala sacó un estetoscopio, y con un gesto silencioso le pidió que sujetara al pequeño leopardo en su lugar para poder oír sus latidos.

—Se oye bien.

—Pero está demasiado delgado.

—Sí. No debe estar recibiendo suficiente leche materna.

Tanya volvió a ver al cachorro, ignorando la actitud molesta de Gala. Era extraño que el cachorro apareciera junto al león, por lo que tenía entendido la genética de los cambiantes leones era muy fuerte, así que para que este niño fuera hijo de aquel león... Su madre debía haber tenido buenos genes... O por el contrario, existía la posibilidad de que fuera adoptado.

Como fuera que hubiese llegado al mundo, en Gold Pride tendría un buen comienzo. Aquí los cachorros eran puestos sobre pedestales hasta que se portaban mal, solo entonces aparecían las leonas para poner orden.

—Pero dentro de todo, parece estar bien.

—Sí.

Mordiéndose el labio inferior, Tanya giró hacia la enfermera, quien le evitó deliberadamente al ponerse a guardar cosas.

—¿Te pasa algo?

La mujer giró de golpe, las ondas de su cabello castaño oscuro acompañaron el movimiento brusco. Su mirada fue severa durante un instante en el que recordó que Gala también era cambiante, todos decían que ella era un lince por su temperamento pero nadie le había visto transformada desde que se unió a Gold Pride. Un bufido después, y entonces esa mirada se hizo más suave, solo un poco.

—Lo que hiciste allá afuera...

—Oh vamos... —Tanya protestó—. No entiendo, ¿qué hice para que se comporten así?

—Pasar por encima del Alfa.

Tanya rodó los ojos.

—No hice tal cosa, solo mi trabajo.

—Lo sé, y lo entiendo. Pero nosotras actuamos solo cuando Patrick lo indique.

—¿Y debemos quedarnos de brazos cruzados si nos pide que no atendamos a un herido o enfermo?

—Él no pediría tal cosa.

Ante esa seguridad, ella dudó un poco, acariciando el lomo del cachorro para acallar sus quejidos.

—Sigo sin comprender...

Recordó la furia salvaje en los ojos del león, la manera en que le tomó por el brazo, fuerte pero con un cuidado que iba dirigido a la intención de no hacerle daño. Luego, la forma en que sus cuerpos chocaron, esa electricidad que recorrió su cuerpo como fuego..., y que hizo a su corazón acelerarse. Había sido demasiado intenso. Patrick le dijo algo sobre jerarquía y entonces, las ideas se conectaron, se miró a sí misma y comprendió lo que era, en dónde estaba y el alarmante hecho de que esto no era Bluecreek, cada movimiento, cada palabra debía ser medida con mucha atención si quería conservar su lugar en Gold Pride.

Corazón de León [Serie Gold Pride 1]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz