capítulo 27

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Han pasado tantas cosas el día de hoy, estoy agotada pero, a  pesar de todo no logro dormir.

La ultima vez que vi el reloj sobre  mi escritorio era más de media noche.

Sabía perfectamente que Annie estaba enamorada de Archie y para ser sincera hacían una muy linda pareja.

Sin embargo no tengo la menor idea de que sucederá de ahora  en adelante.

Mis esperanzas de fingir que acababa de  conocer a Annie y poder empezar a tratarla como amiga se vinieron abajo cuando pidió a la hermana Claire que le permitiera sentarse junto a Eliza.

Annie es muy manipulable, si cae en el juego de  los Leagan me dolerá en verdad.

Quizá debería ir a la habitación de Eliza y colocar algún escarabajo en su cama.

Eso sería muy divertido.

Con rapidez salí de la cama buscando la puerta de mi armario en la oscuridad, si encendía una vela las hermanas se darían cuenta de que tramaba algo.

El sonido de la puerta abriéndose con violencia me hizo tropezar y caer al suelo, no sin antes darme un golpe en la cabeza con el armario.

Al fin había llegado hasta el.

Sentí nervios por primera vez en toda mi estancia por lo que cerré los ojos con fuerza.

¿Cómo justificaría que estaba despierta a tal hora?

Ya sé.

- Lo siento mucho hermana Margaret estaba buscando otra manta, pero como esta muy oscuro termine tropezando y...

Algo raro sucedía, la hermana no me había reprochado nada y mucho menos me regañó por hablar sin su permiso.

Fue entonces cuando abrí los ojos y me percaté de que había más luz que hace unos instantes.

Era la luz de la luna la que ahora iluminaba mi habitación.

- Parece que ese sonido fue el ventanal.

Suspiré aliviada para después ponerme de pie con la intención de cerrar el ventanal ya que la noche era algo fría.

Lo menos que deseaba era un resfriado.

Me quedé estática a mitad de mi habitación cuando una silueta apareció detrás de las finas cortinas.

¿Será un fantasma?

Mi piel se erizó y recordé cuando quede atrapada en una habitación tenebrosa de Lakewood.

Esa vez Anthony me jugó una broma, pero al final me tranquilizó con sus dulces palabras.

- Anthony, ¿Dónde estás cuando más necesito abrazarte?

Entre Rosas y LibretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora