Capítulo 49

2K 179 20
                                    


Bajé rápidamente para encontrarme a mi padre quien se estaba colocando la chaqueta para salir.

—¿Vamos a algún lado?—. Dije con extrañeza.

—Sí, me acaban de hablar del trabajo y necesito estar urgentemente ahí. Solo quiero que vayamos a comer algo rápido, tú regresas a la casa y yo al trabajo—. Contestó algo presionado.

Me acerqué a él y le toqué el brazo.

—No te preocupes, yo puedo hacerme ahorita algo de la nevera. Además he estado comiendo mucha comida grasosa estos último días. Mejor ve rápido para que estés en casa temprano y puedas descansar—. Le sonreí.

—¿No quieres algo de afuera?—. Preguntó.

—No papá, mejor apresúrate porque parece que va a llover, te quiero mucho—. Le dí un abrazo.

—Esta bien, no vayas a salir. Si sucede algo avísame—. Me devolvió el abrazo— Y no quiero que entre alguien mientras no estoy ehh—. Me pidió con tono serio.

—No, solo haré una pequeña fiesta y tal vez invite a la mitad de mi escuela, nada de qué preocuparse—. Me reí al finalizar.

—Ja ja ja tú haces eso y yo te encierro en tu cuarto por un mes—. Respondió.

—Esta bien, estaré aquí.

Le dí un beso en la mejilla y me despedí de él, el cielo había pasado de un celeste claro a un lienzo purpúreo con nubes gris mate en casi su totalidad, el aire se sentía frío y producía un sonido similar a un silbido, esto último me provocó un escalofrío. Antes de cerrar la puerta completamente algo hizo que no se cerrase, baje la mirada y noté la punta de una bota café que obstruía el cierre.

Abrí la puerta un poco para notar quien era, Jason me veía con una sonrisa serena y a pesar de que ya lo había visto mirándome así en otras ocasiones está vez era distinto, me inquietaba de alguna manera.

—Buena noches joven Jace. ¿Puedo pasar?—. Me pidió sin quitar el pie de mi puerta.

—Jason ¿Qué te trae por aquí?—. Le dije con una sonrisa improvisada.

—Venía hacia acá y me encontré a tu papá, me dijo que si podía hacerte compañía en lo que él no estaba—. Entró completamente.

—Emmm estaba por hacer mi tarea. ¿Podríamos hablar después?—. Le pedí a sus espaldas.

—Esta bien, me iré pero solo hasta que se calme la lluvia ¿Vale?—. Musitó.

Su sugerencia había sido tan extraña de escuchar, el ruido externo de la lluvia que comenzaba a caer estrepitosamente en la superficie me hizo girar la cabeza, los relámpagos iluminaban completamente las ventanas de la sala. Jason se quedó mirándome con serenidad sin decir palabra alguna.

—¿Quieres un vaso de agua?—. Le ofrecí sin ganas debido a su actitud.

—No, mejor charlemos en lo que la lluvia pasa. ¿Podemos subir a tu habitación?—. Subió el primer escalón de la escalera.

—¡No!—. Exclamé estirando mi mano.— Es que está hecho un desastre, mejor toma asiento en la sala, iré por algo para comer.

Esperé que tuviera una reacción de desconcierto o tal vez un gesto de sospecha pero se mantuvo igual, sin interés y con la mirada apagada que no se despegaba de mi. Caminé a la cocina y tomé unas galletas que se suponía iba a comer con Valtiel pero la situación cambiaba esos planes, al regresar pensé en avisarle a Valtiel que no saliera pero justo cuando iba a subir las escaleras la voz de Jason me detuvo.

—¿Te ayudo en algo?—. Dijo desde la sala.

Un relámpago volvió a iluminar las ventanas y la lluvia parecía haber tomado fuerza, tragué saliva mientras le dirigía una mirada a mi habitación; dejando las galletas le diría a Jason que me permitiera un momento para ir al baño y así poder avisarle a Valtiel.

En las garras del demonio (EDITANDO)Where stories live. Discover now