En las garras del demonio (EDITANDO)

Capítulo 54 Final

Cosette había puesto su chamarra encima del cuerpo de Jason, por mi parte buscaba mi celular que había perdido en cuanto comenzó la lucha de los demonios; de reojo veía que Valtiel solo se quedaba de pie mientras me seguía con la mirada en silencio, Cosette por su parte de encontraba platicando con Astaroth a lo lejos.

—Jace...—. Me llamó Valtiel a mi espalda.

—¿Qué sucede?—. Me gire y lo miré con seriedad.

—¿Por qué lo hiciste?...—. Su mirada parecía molesta.

—Ya está hecho Valtiel, no se puede arreglar—. Comenté sin mirarlo.

—Cómo crees que me voy a sentir ¡Si voy matar a la persona que amo!—. Iluminó sus ojos dejando caer una lágrima.

—Lo mismo que sientes lo sintió mi padre cuando desconecto a mi mamá ¿Crees que no conozco ese sentimiento?—. Lo miré con los ojos húmedos.

—¿Y si lo conocías por qué lo hiciste?—. Se cruzó de brazos.

—Porque también te amo, sacrificarse por esa persona es la mejor satisfacción que puedes experimentar y sé que hubieras hecho lo mismo por mi—. Casi susurré lo último.

—De que sirvió que Jason te salvará si aún así ibas a morir—. De igual manera lo susurró.

—Chicos chicos, no hay de qué preocuparse. Lo que ocurrió fue un caso que jamás nos había sucedido, sacrificarse por salvar a un demonio no pasa todos los días; ya que no es un deseo egoísta parece que tú alma seguirá estando contigo—. Comentó Astaroth.

—¿Es en serio, o solo me estás dando el coñazo?—. Le cuestionó Valtiel.

—Es en serio pero tú, mi preciado hijo, tienes que acompañarme. Ya estuviste mucho tiempo en el mundo humano así que es hora de despedirte y decirle adiós a estos chicos—. Comentó su padre sacudiéndose con presunción su abrigo.

—¿Por qué debo de hacerlo?—. Preguntó Valtiel con evidente reticencia.

—No voy a dejar pasar por alto todo esto que hiciste, es verdad que Aamon fue quien te atrapó en ese tablero pero tu cargo en el infierno debe de ser ocupado. Y no me hagas repetírtelo si no quieres terminar igual en el limbo—. Se cruzó de brazos. — Mañana a las 6:00 de la tarde te espero allá abajo ¿De acuerdo?—.

—De acuerdo...—. Musitó Valtiel con molestia.

Antes de que su padre volviera a inundar el sitio con el humo olor azufre le hizo a su hijo una seña de despedida, no quería ver más el cuerpo de Jason tendido en el suelo pero no sabía que podía hacer, no quería decirle a la policía con una llamada anónima ya que también había la posibilidad de que a Cosette y a mi nos involucraran; dejarlo abandonado tampoco era algo que quería hacer así que se me ocurrió acudir al único que podía hacer algo al respecto.

—Val...—. Dije sin mirarlo.

—¿Qué quieres que le haga?—. Me preguntó con seriedad.

—No lo sé con exactitud, tal vez quiero que sea libre de una vez. Su pasado fue como un pájaro en una jaula, solo quiero que se sienta libre una vez en su vida—. Le pedí con la mala sensación en el estómago.

—Lo haré...—. Dijo antes de extender su mano al cuerpo de Jason.

Al cerrar sus ojos comenzó a sentirse todo el ambiente frío, el cuerpo se fue desmoronando en polvo color blanco como si de ceniza de cigarro se tratase y fue elevándose a lo alto de la fábrica. Observé el fenómeno sin desviar nunca la mirada, quería apreciar por última vez a un amigo que agradezco de haber tenido, sentí el tacto de alguien tocando mi hombro pero al girarme no encontré a nadie ahí, al principio me pareció extraño pero después comprendí que aquel tacto se sentía igual al de Jason cuando me abrazaba, era él; el polvo ya se había ido totalmente.