Capítulo 53 (parte 2)

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El interior del auto no era muy reducido, pero tampoco lo era muy amplio, por lo que un adulto difícilmente podría acomodarse dentro si quería recostarse a descansar. Arthit lo había logrado, pero Kongpob dudaba que dos cuerpos pudieran ocupar el espacio de uno. Aun así, quería intentarlo.

Entró al auto, cerrando la puerta antes de acomodarse. Decidió sólo sentarse, pero colocó las piernas de Arthit sobre su regazo, abrazándolo a él al tomarlo por la cintura.

—Sólo por un momento... —Murmuró y cerró los ojos para descansar un poco. Con una mano acariciaba las piernas de su novio que estaban sobre su regazo.

Arthit se empezó a relajar como siempre que recibía alguna caricia de su novio. Él no quería dormir, no se le hacía justo dormir mientras él conducía. Se estiró un poco para tomar un suéter que llevaba y que dejó en su asiento; quería cobijar a Kongpob así que se lo puso sobre su torso, pero al estar tan cerca de él no resistió en acariciar su rostro y acomodar un poco su cabello sin dejar de mirar sus facciones.

En ese momento, Kongpob abrió sus ojos para encontrarse con el rostro del mayor muy cercano al de él. Había sentido su cercanía así como sus dedos acariciando su cabello. Le sonrió y con sus brazos le rodeó por la cintura con la intención de no dejarlo ir.

—Gracias...

—De nada —le respondió Arthit con una sonrisa ladina. Presionó su nariz con la de Kongpob y de nuevo enganchó sus brazos al cuello de este. —¿Qué vamos a comer llegando a Bangkok?

—Uhhmm... Lo que tú gustes. Aunque me gustaría tener un adelanto ahora mismo... —Respondió el menor contra sus labios y bajó su mano un poco más para con una volver a acariciar su pierna y luego apretar su trasero.

—K-Kongpob... Estamos en la carretera —Arthit murmuró contra sus labios. Aun por encima de la tela podía sentir la calidez de la mano de Kongpob y le hacía estremecerse.

—Pocas personas pasan por aquí en estas fechas... Además, estamos bien estacionados —murmuró de vuelta su pareja con una sonrisa coqueta. —Vamos... Desde tiempo que quiero hacerlo en el auto.

Su mano no dejó de acariciar e incluso fue entre sus piernas hacia sus muslos hasta estar muy cerca de su entrepierna. La otra, que estaba sobre su cintura, se trasladó para seguir tocando su trasero.

—Tienes una lista de todos los lugares en donde lo quieres hacer, ¿o qué?

Kongpob rio en voz baja, apretando los labios porque sí, sí la tenía y no solamente de eso.

—¿Y qué si la tuviera? —Averiguó. —¿Me ayudarías a completarla? —Propuso todavía con su sonrisa coqueta.

Mientras hablaba, Kongpob subía más su mano que tocaba su muslo y se entretuvo jugando con el botón del pantalón, como esperando una respuesta por parte de Arthit para desabrocharlo.

Este sólo negó con una sonrisa.

—De verdad que a veces creo que sólo piensas en eso... dime, ¿eras así con tus antiguas parejas? —Él se sentía realmente curioso sobre si Kongpob había sido así siempre o de alguna manera el despertó esa insaciabilidad en su pareja.

Kongpob desabrochó el botón, pero en lugar de introducir su mano en el pantalón, la subió para acariciarle por debajo de la camiseta.

—Con ninguna persona llegué tan lejos... —Aclaró, mirándolo directo a los ojos a la par que su mano exploraba su pecho. Él no iba a negar que antes ya había imaginado lo que era estar con alguien más, pero la intimidad con Arthit era algo completamente diferente a lo que había anticipado. —Esto no es algo que haría con cualquiera, contigo tengo la confianza y el deseo de hacerlo. Normalmente me avergonzaría, pero si eres tú... Si eres tú, el sólo pensarlo me excita demasiado.

III. FrenesíWhere stories live. Discover now