—Felicidades Adelaine, usted ya puede salir de vacaciones — comentó el profesor mientras me entregaba mi exámen
Vaya, creo que al haberme quedado hasta noche sirvió de mucho
—Felicidades cerebrito — oí a Juan desde el otro extremo
—¿Cuánto?
—Siete
—Vaya, felicidades — comenté sonriente
🌸🌸🌸
Hoy era un día muy agradable para mí, había pasado mis materias y no permitiré que nadie me arruine mi pequeña felicidad
Había llegado a casa pero no había nadie.
Quien sabe a dónde irían.
Estaba dándole de comer a Max cuando se me había ocurrido algo.
Chismear el cuarto de mamá
Yo núnca lo había hecho, mamá no tenía algo que me gustase, creo que núnca lo tuvo.
Pero quería saber dónde estaba el hijo de Daniela, quizás no sea de mi inconveniencia pero el niño quizás estuviese triste, Daniela no lo quería ni ver y eso me parece una total falta de respeto.
Me fijé por última vez a las escaleras antes de entrar, hasta que lo hice, de una vez por todas.
Buscaba y buscaba alguna dirección o algunos papeles pero no salía nada.
Mamá tenía un pequeño cuarto de guardaropa, así que entre ahí y empezé a buscar.
Mientras buscaba entre sus sacos de Chanel ví una pequeña caja de color rosa bajito con un pequeño moño del mismo color.
Fruncí el ceño mientras la tomaba.
Caminé hasta la gran cama de mamá y me senté.
—¿Qué será?
Por alguna razón estaba nerviosa y no sabía el por qué.
Habían un montonal de cartas, todas de ellas estaban intactas.
Agarré una de ellas con la mano temblorosa.
Era la dirección de papá.
Con más confianza, ví otras varias y eran la misma dirección.
¿Por qué mamá no querría que viera las cartas de papá?
Con razón se me hacía extraño que no me haya hablado, pero nunca había sido así, más bien mamá nunca quiso que volviese a hablar con papá.
Estaba por abrir una carta cuando oí la la campana de la puerta.
¿Quién sería?
Tenía la cara más seria del mundo, y ese desconocido guapo que tocaba no ayudaba mucho
—¿Qué necesitas?
—Disculpa, ¿aquí aún vive Daniela?
—¿Daniela? Sí, aún vive aquí. ¿Por?
—¿Le puedes hablar?
—Lo siento chico, no hay nadie, quien sabe hasta que hora lleguen
—Oh, bueno, éste...¿puedes decirle que la vine a buscar?
—Claro, le digo — pausé — pero deberías decirme de parte de quién
—Dile que Brad vino a buscarla, ¿vale? dile que se comunique conmigo, es urgente
—¿Eres Brad? ¿su ex novio?
—¿Tú quién eres? ¿Eres... Adelaine?
—Sí, lo soy
—Wow, no te reconocí. Hace años que no te veía. ¿Cómo supiste que era yo? Si no me equivoco, nunca nos llegamos a conocer bien
—Es una larga historia, pero si quieres yo le aviso ¿está bien?
—Dile que aún vivo en dónde mismo, que en cuanto pueda ella vaya, ¿está bien? Que gusto conocerte Adelaine
—Igualmente, Brad
