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—Te veo...no sé...más rellenita
Fruncí el ceño. ¿Me decía a mi o a Daniela?
Hasta que voltié, y ví que estaba analizándome.
—¿Disculpa? — pregunté
—Adelaine, hija, como que últimamente has estado un poco más...rellenita, ¿no crees?
—¿De qué diablos hablas mamá?
—Pues si...te veo más caderona, ¿no has checado si has subido de peso?
Rodeé los ojos
—No, no se me había venido a la mente — dije mientras me volteaba de nuevo
Estaba haciendo en un batido de plátano con chocolate
—Pues deberías...ahí tengo una báscula, de esas pequeñas blancas
Suspiré mientras ponía mis manos en la mesa y cerraba los ojos
—Deberias de aprender de Daniela — oí sus tacones, sonaban cada vez más lejos — Ella está en su peso ideal, además, le queda muy bien las prendas Channel que les compro
Y después ese sonido de los tacones rumbantes sonó cada vez más lejano hasta ya no oírse nada.
Tomé la batidora y tiré por el lavabo el batido que me había empezado a hacer.
Esas palabras me resonaban cada vez más, éste clima y con las canciones que tenía en mis audífonos no ayudaban para nada. Pero eso era mi motivación para bajar de peso.
Llevaba quizás 2 semanas llendo a correr, los cinco días de escuela iba por las tardes y solamente el sábado iba por las mañanas.
Llevaba a Max conmigo, no me gustaba ir sola. Él era el que siempre estaba conmigo. Íbamos corriendo ligero, hasta que no pude más, a mis piernas algo les había pasado. Simplemente caí.
—Demonios — susurré para mí misma.
Max dejó de caminar, se dirigió hacia mi y se sentó a mi lado. Voltié a verlo. Ya estaba cansado.
—Perdón Max — dije algo triste mientras lo acariciaba
Suspiré mientras volteaba a las calles. Estaban solitarias, pues si, ¿quien saldría con éste clima?
🌸🌸🌸
Max y yo estábamos volviendo a casa, y a decir verdad, estaba fastidiada de estar ahí. Daniela, desde que yo empezé a ir a correr, empezó a echarme carrilla sobre mi peso. Pero no podía decirle nada porque Mamá la apoyaba en cierto modo, no de burla, si no en un tono más estricto. (O eso quiero pensar yo)
De lejos ví la moto de Chris.
Demonios, ¿ahora qué le diría?
—Hola — saludó cruzado de brazos mientras me veía con una ligera sonrisa
—Hey — respondí algo cansada
Solté a Max, él rápidamente se había dirigido al patio trasero de la casa
—¿Ejercicio? — preguntó
—He ido a correr últimamente
—Vaya, y ¿eso?
— ¿Que no puedo ir a correr? — pregunté algo cortante
No quería ser cortante con él pero...tan sólo de saber que voy a entrar a la casa, voy a estar enfadada.
Chris quitó su leve sonrisa
—¿Todo bien? — preguntó sereno
Asentí
—Perdón, es sólo que...— llevé mis manos a la cara — me caí
Dije para después apuntar mis piernas, específicamente en mis rodillas, doblé un poco mi pans y tenía leves manchas de sangre. Para ser sincera, si había caído algo brusco.
—Necesitas curarte, ahora
—Lo haré — respondí mientras me desdoblaba mi pans a la normalidad — y para ser eso...tengo que entrar
—Vine a buscarte, cariño, ¿me has estado evitando o algo así? — preguntó mientras tomaba mi mano
Me dolió bastante Y para ser sincera, yo sabía la razón. Lo evitaba porque me daba pena.
Creo que mi autoestima había bajado hasta el suelo, que ahora yo misma no me podría creer ésto. Chris es un ser hermoso, ¿por qué estaría con una chica como yo?
—N-no — me acerqué a él — es sólo que...he estado ocupada. Ya sabes, escuela y luego me voy a correr
—No te culpo por eso, sabes que no. Pero al menos me gustaría que me respondieras algún mensaje — pausó — también debes de darme atención, soy tu novio
