I - Florecer en la Oscuridad

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Ha sido tratado como bebé por todos a su alrededor. Su sobreprotector padre Jeonghan -Deméter-, su padre Seunghyun -Zeus-, sus amigos Jin -Afrodita-, Namjoon -Atenea-, Taehyung -Dionisio-, Hoseok -Apolo-, he incluso Yoongi -Morfeo-. Todos ellos llenan la lista de ser los más amados y molestos para él ¿Creen que siempre será un niño? Si, es Jimin -Kore-*, que ni siquiera tiene un nombre propio, pero... Es estresante ¿Por qué insisten tanto en lo mismo?

Quiere dejar de ser un infante a ojos de toda. Ya ha crecido y como Namjoon le dijo una vez, el conocimiento viene de la observación. Ha estado en vigía discreta hacia ellos. Como se llevan en sus respectivas relaciones: Jin y Namjoon; Hoseok y Yoongi; incluso las conflictivas y fluctuantes relaciones de Jeonghan con Seunghyun o algún amante que desee. No es muy común porque gasta su eternidad en mantenerlo vigilado.

Puede decirse que hoy es excesivamente perseguido.

No basta con las regularmente molestas ninfas, sino que tiene a Namjoon y Jin también presentes. Solo quería tomar algunas flores que Jeonghan lleva tiempo mencionando; no iba a ser atacado o algo del estilo que justifique esta guardia excesiva.

Aun con todo no monta quejas, su padre es así. Lo respeta y lo ama. Jin le da multitud de besos de diferentes índoles e intensidades a Namjoon que realmente no da gran reacción a ello. Es obvio que ser tan público lo molesta, pero no es capaz de detener a Jin en sus muestras de excesivo y melodía cariño.

— ¿Terminaste? —miró el montonazo de flores que lleva en brazos antes de negar y seguir viendo cuales tomar.

— ¿Para qué tantas flores? —pregunta Namjoon.

—Quería caminar un poco, esto es una excusa para ello. —Jin aguantó la risa por la expresión de Namjoon ante semejante respuesta.

Hay ninfas riéndose por todo lado y con el par de dioses también hay cierto ofusque. A estas alturas ya no le cabeza una sola flor más. Miró al cielo por un instante. Despejado, bonito, fresco... Tan perfecto como siempre su padre se lo hace ver. Como un niño que no le permiten ver la realidad. Bajó la mirada y topó con algo.

Narcisos blancos.

Jin y Namjoon lo están llamando, quizá para volver ya ha casa habiendo estado el tiempo suficiente. Él permaneció de pie frente a los narcisos blancos, se agachó acercando la mano. Son muy bonitos y en realidad... Desde hace mucho tiempo que quiere agarrarlos.

Los rozó con la yema de los dedos...

Lo sujetó.

Y finalmente dio un suave tirón para desprenderla.

— ¡JIMIN!

Jin es un cobarde y que todos lo tengan claros, el temblor repentino hizo que se abrazara a Namjoon hasta casi tumbarlo. Una ventisca poderosa salía del enorme agujero que se forma a medida que el temblor se intensifica. El cielo se tornó oscuro y las ninfas se escondieron pavorisadas.

De aquella grieta salió un carro llevado por grandes y fuertes caballos de pelaje negro y ojos rojos. Intimidado Jimin se quedó tan solo quieto y parado en su lugar por los pocos segundos que pudo... Pues el carro entró en marcha, los caballos pasaron a un lado y por un agarre muy fuerte acabo subido también.

Su corazón late acelerado y lo primero que atina a hacer no es removerse, ni siquiera pedir ayuda... Se aferra a quien lo sostiene, aprieta los ojos y apenada se fija en la mano que mantiene sujeta su cintura. Fue como un bajón. Al abrir nuevamente los ojos ya no estaba en ese prado lleno de flores con Namjoon, Jin y las ninfas ... Sino en un lugar oscuro, frío y que tiene un aire pesado.

Un aire de muerte que no ha sentido jamás.

— ¿Por qué luces tan asustado?

Ladeó el rostro y apestas las manos tras su espalda. El peplo que lleva puesto no ayuda mucho al frío.

Blossom in the Abyss | KookMin || BOOK 3#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora