XLVIII

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Emilio abrazaba a Joaquín de la cintura mientras acariciaba su cabello con suavidad. El omega con los ojos cerrados disfrutando del momento que pasaba con su alfa, ese que había extrañado.

Sintió las suaves manos del mayor pasar por su cabello, relajándolo y haciéndole sentir tanta paz como no había estado sintiendo en ese mes. Sus manos se aferraron a la camisa de Emilio mientras entrelaza sus piernas con las contrarias para sentirlo más cerca, para sentir que estaba ahí y no se volvería a alejar. Ambos acostados en la cama del alfa.

-Tu cabello está tan suave, Joaquín.

El omega ronroneó en su pecho, acurrucándose más, oliendo el hipnotizando aroma de su pareja. No dijo nada ante ese dulce comentario, pero no porque no supiera que decirle, al contrario tenía mil frases tiernas en su mente que dedicarle, pero la verdad se encontraba tan bien entre sus brazos que no tenía las fuerzas suficiente para hablar.

Su pareja pareció entenderlo ya que siguió acariciándolo, repartiendo pequeños besitos en su cabeza.

-Pequeño adorable, te extrañé mucho.

-Mmm...yo también te extrañé, Emi. Mucho, mucho.-murmuró Joaquín restregándose de nueva cuenta en el pecho amplio.

-Bonito...en unos días será navidad y con Niko iremos a ver a nuestras madres a Chapultepec.

-¿Qué?-en ese momento el menor abrió los ojos para ver al alfa triste.

Las manos contrarias tocaron su rostro para ver su expresión.

-Pequeño, no te pongas así.

-Pero Emi, vas a irte, ya pasé mucho tiempo sin ti, no quiero alejarme tan pronto.

Emilio cerró los ojos, analizando la situación hasta que la solución llegó a su mente como una pregunta.

-¿No quieres pasar navidad y año nuevo con nosotros?

♡Feel Me♡




Nikolás estaba en la sala mirando televisión, sabiendo que la pareja de arriba ya estaba mejor, no por nada había escuchado pegado a la puerta como vieja chismosa.

Sonrió alegre al saber que su hermano al fin había arreglado las cosas con su omega.

Sin embargo, mientras pensaba que las cosas iban sumamente bien, recibió una llamada de su omega. Vio en la pantalla la foto de Alex que tenía, una donde su novio sonreía hermosamente para él.

-Hola príncipe.-saludó sonriendo en grande.

-Niko ¿No sería mucha molestia pedir que vinieras a buscarme? Estoy en casa de un amigo.

-Claro que no es molestia amor pero ¿Puedo saber por qué te oigo tan serio? ¿Acaso pasó algo con tu amigo?-preguntaba mientras tomaba las llaves de su casa y las del auto.

-No con mi amigo, pero sí con su hermano- lo escuchó suspirar- es un alfa y no deja de molestarme, se me insinúa y por más que su hermanolo echa aun así vuelve y sigue fastidiando. Me hace sentir incómodo.

Nikolás apretó el celular enojado cerrando la puerta de su casa con un gran golpe.

-Descuida príncipe, pásame la dirección y estaré allí en un parpadeo.

En cuanto Alex le pasó la dirección de la casa de su amigo cortó la llamada y se apresuró en tomar el auto.

Condujo lo más veloz que podía, teniendo en cuenta que no quería una multa, hasta llegar a su destino diez minutos después de que su niño lo llamara.

Bajó y al estar frente a la puerta tocó el timbre, siendo atendido rápidamente por un alfa de una altura similar a la suya que lo miraba de arriba abajo.

-Busco a Alex.-dijo seriamente.

El alfa enarcó una ceja antes de girarse a gritar.

Hermoso, te buscan!

Nikolás apretó los dientes al escuchar como llamaba a su omega.

Alex apareció corriendo para abrazarse al mayor con fuerza, sonriendo al ver a su alfa ahí.

-Me alegra que estés aquí.-susurró contra el pecho de su novio.

-Y tú ¿Quién eres?-preguntó el otro alfa viéndolos con algo de molestia.

Nikolás lo miró serio, sus brazos sosteniendo con posesión a su novio.

-Su alfa, así que idiota te sugiero que no te vuelvas a acercar a mi omega o juro que te arrancaré las manos.-la voz imponente de Nikolás hizo que el otro alfa se estremeciera por el miedo-ya estás advertido. Vamos, príncipe.

Y Alex obedeció encantado, le había gustado esa faceta de su novio.

♡Feel Me♡



Diego rió cuando sintió los finos labios de su novio sobre la piel desnuda de su hombro donde el mayor había realizado la marca.

-Eduardo me haces cosquillas-decía el pequeño omega pasando sus brazos por el cuello de su novio que estaba sobre él, ambos desnudos cubiertos por las frazadas de la cama del omega.

-Mmm no debiste decir eso bebé, ahora voy a querer hacerte muchas cosquillas para seguir oyendo más de tu hermosa risa-decía meloso Eduardo besando la marca para luego pasar a las mejillas regordetas.-mi omega es tan hermoso, mi omega...sólo mío.

-Sólo tuyo-dijo el pequeño dándole un beso esquimal antes de volver a sentir los suaves labios del mayor sobre los suyos.

Brindándole más de esos dulces besos que tanto le gustaban.

Feel Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora