The Girl Next Door ➵ Joe Jonas (Short Story)

VII (Audrey's POV)

— Deberías atender —dijo rápidamente sobre mis labios y yo apreté la boca.

— Uhm... —murmuré quejándome y me estiré para alcanzar el teléfono, al ver la foto que mostraba la pantalla, sentí que se me detuvo el corazón y dejé de respirar.

(...)

— Hey —soltó Chris llamando mi atención, me había quedado paralizada y el teléfono había dejado de vibrar.

— ¿Eh? —articulé parpadeando y me volví a acomodar para mirarlo.

— Pareciera que viste un fantasma —dijo acariciando mi mejilla, yo aún no podía procesar bien.

— Es que... —tomé aire, no sabía qué decir, miré de nuevo el aparato y volvió a iluminarse la pantalla, por lo que me puse de pie rápidamente.

— Contesta, Aud —me animó con media sonrisa, aunque se seguía notando bastante confundido.

— Ya vengo —dije caminando a la cocina, sentía que el teléfono me quemaba.

Una vez que estuve ahí, cerré la puerta y tomé aire mientras descolgaba.

— Hola —escuché su voz dubitativa antes de que pudiera abrir la boca y se me apretó el estómago.

— ¿Qué quieres? —pregunté más bajito, intentando mantener mi voz calma.

— Verte —respondió un poco más firme y quise largarme a llorar.

— No, Joe, basta... —dije con voz de ruego apoyándome en la mesada.

— Auds, estoy en Nueva York, tengo menos de un día —intentó convencerme algo angustiado mientras yo sólo negaba con la cabeza, como si pudiera verme.

— Pásalo con Mike, no me jodas —traté de sonar despreocupada, sabía que Joe se iba de tour a Latinoamérica—. Además, estoy ocupada en la joyería —mentí para cortar el tema de una vez y lo escuché bufar.

— Te vas a hacer daño de tanto trabajar —dijo entre dientes haciéndome soltar una risita amarga.

— Dudo que más daño del que me hiciste tú —solté sin pensar y corté el teléfono rápidamente.

Dejé el aparato sobre la mesa y me llevé las manos a la cara soltando el aire con fuerza, las ganas de llorar se me habían quitado, sólo sentía la angustia recorriéndome el cuerpo. Pensé que iba a volver a llamar, pero me equivoqué, así que saqué un poco de agua de la nevera y al beberla refresqué un poco mi cuerpo y mis pensamientos.

Salí tranquilamente de la cocina y vi a Chris trabajando en mi lugar, al verme alzó la vista y me dedicó una sonrisa, dándome un poco de tranquilidad. Caminé a hasta él con una sonrisa suave y me senté a su lado apoyando mi cabeza en su hombro, observé que la pantalla seguía donde la había dejado, Chris sólo estaba viendo los últimos retoques que había hecho.

— ¿Todo bien? —preguntó cauteloso acariciando mi rodilla y suspiré.

— Supongo —carcajeé un poco nerviosa para desviar el tema y él hizo que me separara.

— Audrey, puedes confiar en mí —me observó intentando transmitirme seguridad, y lo hizo, pero no estaba preparada para hablar.

— Estoy bien —le dediqué la mejor sonrisa que pude acariciando su nuca y él abrazó mi cintura con su brazo izquierdo.

— Me vas a convencer cuando te comas toda la pizza —dijo soltando una leve carcajada mientras yo me acercaba para besarlo.

— Seguro —dije justo antes de unir nuestros labios y él volvió a reír.