Perfectamente Nuestro {Gay}

Capítulo 18

Sasha

El dolor de cabeza que tenía era unos de los peores males de una persona que bebía mucho y yo apenas y probé la botella la noche anterior. Apreté el cuerpo que estaba debajo de mí, y dejé salir un largo suspiro cuando caricias en mi cabello iniciaron...

Caí de culo de la cama al recordar con quien estaba y eso empeoró más las cosas en mí. El dolor de mi trasero y el de cabeza fue más que suficiente para que me despertara del todo. Parker me miró divertido desde el borde de la cama y no pude evitar el rodar los ojos.

— ¿Cómo te sientes ahí abajo? — apoyó su mejilla en la palma de su mano.

— Aquí todo está doloroso, ¿Y allá arriba como está el clima? — pregunté, aburrido.

— Todo bien, amor — rió — ¿Quieres ayuda?

— No, puedo pararme solo — quité las sabanas que se enredaron en mis piernas cuando caí.

— ¿Cómo está tu trasero?

— No caeré otra vez en eso — bufé — Sólo me duele por la caída.

— Al menos lo intenté — me jaló por los brazos hacia la cama otra vez — Apestas a borracho...

— Estuve bebiendo anoche, no esperes milagros — apoyé mi mejilla en su pecho — Tu hueles bien.

— Fue porque conocí algo llamado ducha en la madrugada — pasó sus dedos por mi espalda — Así te ves más bonito.

— Lo que digas — cerré los ojos — Sólo quiero dormir y sólo eso.

— Es imposible el que duermas... debes de ir a tu casa y yo a la mía — arrugué la nariz.

— ¿Qué hora es? — bostecé.

— La una de la tarde.

Volví a darme contra el piso sin darme cuenta. Era tardísimo. Gateé por todo el piso buscando mi ropa o al menos mi teléfono para llamar a Julián y decirle... ni siquiera sabía que le iba a decir. Estoy frito, mis padres van a matarme cuando se enteren de que estuve con Parker en el mismo hotel.

— Quince llamadas perdidas — dije, para mí mismo — Estoy muerto... estoy más que frito.

— No creo que eso suceda — dijo, tranquilo — Le dije que no te interrumpiera porque estábamos teniendo sexo y desde ahí comenzaron las llamadas.

— Eso... no lo dijiste — abrí y cerré la boca como un pez — Él... pensará que en verdad soy lo que dijiste la última vez que hablamos...

— Olvida lo que dije ese día, al igual que mi hermano... fue un error y no debimos de faltarte al respeto — dijo, bajándose de la cama — No eres nada de eso, pequeño Sasha.

— Pero...

— Te dije que lo olvidaras, ¿Sí? — me abrazó.

También lo hice, y sonreí al darme cuenta de que en verdad era un buen actor lleno de drama en su sistema. Menuda suerte la mía al tener a Seth dentro de mí y tener su dramática vida.

— Debo de darme un baño... — me alejé de él — Y verificar que mi ropa no esté llena de vomito.

— Descuida, no está con vomito por ningún lado — me ayudó a ponerme de pie — Ve y date un baño. Lo necesitas.

Asentí y caminé hacia el baño. El ponerme borracho la noche anterior fue idea más de Seth que mía. Me convenció de que para lograr que los gemelos estuviesen enciman de mi toda la noche... Julián tampoco se quedó atrás, ese profesor también lo miraba. Que buenos amigos éramos.